Alfas y Omegas

Complicado

Cuando Lena toma una decisión no hay poder alguno que la detenga.

Hace lo que tiene que hacer por más sanguinario y bárbaro que sea. Creo que de alguna manera eso es lo que nos ha mantenido a salvo, pero también es lo que nos ha sumergido en el caos más de una vez.

Lex suele funcionar como piedra clave en su juicio, sin embargo, al final del día hace lo que ella considera correcto. Desde que tomó el mando y acabó la guerra con los Mordor ha sabido mantener la paz y el orden, pues saben que con ella no se juega y no acepta la desobediencia.

Lo que me lleva a pensar en la gravedad del problema que encontró en el clan Kent y como resulta preocupante su larga ausencia.

Más preocupante aún haber pedido refuerzos y aún no haber vuelto, pero puede ser que todo esto sea solo una mala interpretación de mi parte.

Aunque la duda siempre pende de un hilo en estos casos, después de todo es sabido por cada clan la guerra personal que los Kent tienen con los Luthor. Algo demasiado viejo para seguir manteniéndolo a flote.

Mientras preparamos las clínicas y las carpas médicas, optimizamos el tiempo y las tareas en tres grupos.

La guardia que se dedica a cuidar y hacer las tareas más pesadas y de fuerza. Lobas y lobos fuertes que se caracterizan por el gen alfa; omegas y betas que se encargan del acomodo, organización y desempeño de la ciencia médica y de curación. Y por último, los más jóvenes que apenas comienzan su aprendizaje o entrenamiento práctico, una mezcla de Alfas, betas y omegas que se encargan de preparar las casas donde se alojarán las lobas del límite norte y preparan los alimentos de todo el clan. Estos últimos guiados por el espíritu de nuestro clan, las guías omegas que se encargan principalmente de la enseñanza sensibilizadora y empática. Pilar importante para nuestra existencia, el trabajo en equipo y la conexión con el espíritu.

Las horas pasan como minutos y las tareas a realizar nos mantiene ocupados, la presencia de Alex resulta vagamente distractora, está relativamente cerca y sin embargo no soy capaz de ubicarla, el caos que se encuentra es demasiado, pero me genera un sentimiento de paz y tranquilidad. Me hace sentir feliz y me distrae de la angustia creciente.

-Linda sonrisa, Arias. Es por la canela del aire.

-Qué?

-Por Alex?

Su aroma es el único desconocido para nuestro clan.

-Qué manera tan extraña de decirlo.

-¿Acaso has visto a mí pareja?

No puedo evitar la risa que brota de mis labios, otros más ríen junto conmigo.

-Buen punto.

-Entonces? Si es por ella.

-No lo sé.

Evado la pregunta y muerdo el interior de mi mejilla, lo cierto de esto es que no sólo me preocupa que aún no vuelvan, también mi padre me preocupa.

Qué hacía en este lado de la reserva. No es su clan, él pertenece a la casa de piedra, jamás abandona su clan, sólo que sea algo demasiado importante.

Y me hace preguntarme porque Alex está aquí y no en la fortaleza, acaso mi padre le dijo algo?

-Despierta Arias o tendré que correr de aquí a esa loba.

Señala con la cabeza el lugar donde Alex se encuentra, sentada entre los árboles cerca de la casa. Con la mirada clavada en mí, sonríe y levanta nieve con el movimiento de su cola.