Alfas y Omegas

Deseo

El sol caliente me despierta. El calor es bochornoso e insoportable. 

Estiró mi cuerpo curiosamente relajado y extasiado.

 El olor a moras y madera es intenso, me hacen sonrojar con furia. 

Recostada y confundida recuerdo el sueño más vivido que he tenido. 

Su lobo estaba fuera de mi ventana, imponente, majestuoso y dispuesto a devorarme. Alex la enfrentaba no dejándola subir. Un sentimiento de molestia me embarga y gruñó con odio a Alex. Se supone que era mi sueño y ella metiéndose en el. 

Su aroma es intenso y pica en mi nariz, me regodeo y revuelvo en las sábanas imaginado que es su cuerpo. 

Soy fuego puro, mis incisivos están crecidos y la sangre de mis venas es deseo puro. 

Me vuelvo a remover con incomodidad. Me levanto para mojar mi rostro y lavar de mi cuerpo el sudor pegajoso e incómodo que se adhiere a mi piel. 

Mi reflejo ha cambiado, esta reluciente. Mejillas sonrosadas, labios ligeramente hinchados y húmedos, senos  rígidos y firmes, la curva de mi cadera se ve inusualmente atractiva. 

Me veo sexual en todos los sentidos. Una mancha húmeda baña el corto vello de mi entrepierna, haciéndolo lucir brillante y resplandeciente. 

Aprieto mis piernas con vergüenza, sintiendo una punzada de placer por la presión extra. 

El olor se hace cada vez más persistente como si me bañara en el. Moras, madera y pino. 

Muerdo mis labios observando mi reflejo, mi cerebro definitivamente no está funcionando bien. 

Mis manos acarician mi piel con suavidad imaginado que mi toque pertenece a otra persona. Reviviendo mi sueño. Increíbles ojos verdes mirándome mientras su resplandor se acentuaba con promesas oscuras y perversa. 

Mis ojos se llenan de lágrimas desesperadas, intentando descifrar este sentimiento de  apego a alguien que pocas veces he visto. 

El fuerte llamar a mi puerta me sacan de la bruma espesa en la que estaba envuelta. 

-Kara! 

Estás bien? 

Con voz demasiado ronca contesto. 

-Sí. 

-Hummm, baja, tenemos que hablar. 

Espabilo mi mente y sacudo el sentimiento. 

No tengo tiempo de darme un baño largo como me gusta. La voz de Alex era de demanda, se oía apresurada y urgida. 

Solo abrir la puerta el fuerte aroma que ha estado encendiendo mi libido y desbalanceando  mi mente inunda todos mis sentidos, poniéndome alerta y haciendo vibrar mi cuerpo. 

Bajo las escaleras intentado identificar de dónde proviene el aroma, emocionada esperando encontrarla.

-Siéntate  Kara

Ignoro su voz y sigo el rastro de su esencia que pareciera estar en toda la casa. 

La presión entre mis muslos es cada vez más agobiante. 

-Kara!!! 

Su voz es dura, se está imponiendo sobre mi, un ligero temblor me recorre. Muy en el fondo sé que no puedo desobedecerla. 

Antes de poder abrir la puerta que da la parte trasera  de la casa donde el olor es más fuerte me detengo y la observo aprensiva.

Unas patas se mueven con velocidad, sus pasos son retumbantes y fuertes.