Quien Gobierna

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Inquietud, eso es lo que sentía. Ver irse a Sam con esa idiota me dejaba inquieta, en realidad estaba molesta. Era agobiante tener que aguantar mi furia y temperamento, pero no puedo dejar de ver y reconocer que ella se ve feliz; muy a su manera se ve feliz.

Haber encontrado a Sam aquel día fue algo bueno, de cierta manera pensé que llenaría el vacío que estaba sintiendo por aquellos días. La furia constante y los interminables conflictos con los otros clanes apenas empezaban y la única manera de calmar mi espíritu era cazando o sobreviviendo como una salvaje.

Repentinamente la encontré, su aroma era fuerte y hormonal, era una hembra gestando a un hibrido, era imposible que alguien no la encontrara a pesar del abúndate lodo y humedad que la rodeaba, esperaba encontrarme a algún explorador de otro clan y en su lugar me encontré a alguien demasiado débil y necesitado de algo que pudiera otorgarle seguridad y afecto. Por un momento vi un reflejo de mi propio sufrimiento, tal vez fue eso lo que hizo que reaccionara de aquella manera, tal vez fue eso lo que hizo que la protegiera. Y ahora me encuentro viéndola marchar, perdiéndose entre la espesura del bosque, puedo sentir la bilis en mi boca y las garras rasgando mis palmas, haciéndolas sangrar.

Cierro los ojos y por un momento me desconecto del bullicio de aquel clan tan ruidoso y parlanchín. Intentado buscar el control que se que no tengo.

La historia de Sam es compleja en sentimientos y claramente nunca voy a entender que le hizo amar a los humanos, siendo su padre el principal en odiarlos. Ella los vio como algo mas que solo herramientas para beneficiarnos, los vio como un todo, llenos de misterios y complejidad, donde yo solo veo mas crueldad que bondad. Y se que amó infinitamente a quien la traicionó y abandonó, pero también sé que después de eso dejó de confiar, no solo en los humanos, sino también en lo que llamaríamos amor. Es por ello que nunca pensé que se iría con alguien más, mis garras se clavan con mayor profundidad y el dolor de alguna manera mitiga mi enojo.

La furia que sentí en ese entonces casi la puedo asemejar a lo que siento ahora, solo que esta vez me encuentro con las manos atadas y ni siquiera debería tener razón para sentirme así, pero siento como si me estuvieran robando una parte vulnerable. Puede ser que mi manera de protegerla sea un reflejo de la manera en la que me protegía yo cuando padre aún vivía. La manera en la que intentaba ponerme a salvo y segura, ahora que lo analizo puede ser que Sam haya sido mi válvula de escape y ahora no encuentro la manera correcta de dejarla ir.

La última vez, solo busque al que fue su amante y lo seguí durante largos días y eternas noches y cuando fue el momento adecuado simplemente lo arrastre conmigo hacía nuestro clan. Lo llevé a las mazmorras de la fortaleza, el lugar preferido de mi padre para castigar una falta grave e imperdonable, cuando despertó, lo primero que vio fue mi sonrisa, no hay nada que asusté más que una sonrisa en la oscuridad…. Mi hilo de recuerdos se ve interrumpido por la voz cálida que me genera paz.

-Lena, ¿qué piensas?

-En el padre de Ruby

Los pocos que se encontraban a nuestro alrededor guardaron silencio y se tensionaron, creo que todos, al final de cuentas, conocieron al padre de Ruby. 

-Que pensamientos tan oscuros rondan tu cabeza

-No puedo evitarlo

-Tu deberías pensar en lo que hiciste hace un momento y no en algo que paso hace años.

-Se puede saber que hice?

-Me mandaste guardar silencio

-Y?

-No seas insolente Lena.

-Lo dice quien no obedeció la orden que le di.

Frunció el ceño y respiró profundamente, instantáneamente nos habíamos quedado solas, como ratas escurridizas todos se habían desaparecido dejándonos completamente solas.

Alfas y Omegas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora