Ruta a) Parte 6

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Para sorpresa de (T/n), ese gran espacio que comprendía la plantación, la enorme casa y el jardín era apenas una minúscula parte de lo que en realidad se alcazaba a apreciar de la propiedad de los Jones. Sólo hacía falta recorrer el pasillo hacia la puerta trasera de la casa para darse cuenta, en un solo vistazo, que el terreno se extendía hasta el horizonte.

Viniendo ella de una familia común, de padres que trabajaban arduamente día tras día, esto se le hacía bastante sorprendente ¡Ni en sus más locos sueños podría imaginar tener todo aquello! Incluso se sentía un poco incómoda, sobrecogida por las emociones.

Hasta el momento, el señor y la señora Jones habían sido muy amables. Agradecía profundamente que fueran personas sencillas igual que Mr. Jones, sino, desde el momento de conocerlos, habría tenido la irremediable necesidad de huir.

Y bueno, ¿qué era de personas ricas en California que no tuvieran una piscina? Pues, la de esa casi mansión era fantástica y espaciosa, bien cuidada y de aguas cristalinas.

A (T/n) le habían brillado los ojos de sólo verla. En ese instante afloró su niña interna, pero inmediatamente se reprimió y volteó la cara a otro lado. No podía solamente quitarse los zapatos correr y saltar. En primer lugar, ya era una adulta, y en segundo lugar, no era su casa como para disponer de todo lo que había ahí.

Lamentablemente, tardó un segundo más en ocultar su emoción.

— ¿Quieres entrar? Adelante, puedes — Mr. Jones había estado observándola sentado en el sofá. La vista era bellísima: una hermosa joven sonriendo ampliamente con las mejillas sonrosadas y, de fondo, kilómetros y kilómetros extensos de vid y el agua de piscina resplandeciendo con los rayos del sol.

Eh, ah. No, gracias.

— No sientas pena, girl — Alfred se levantó del sofá y caminó hacia la amplia salida que daba al jardín trasero —. Estás en tu casa — puso una mano en el hombro de la chica y le sonrió encantadoramente.

(T/n) no tuvo de otra que dejarse caer ante las expresiones de Mr. Jones. Levantó la vista hacia el reflejo que daba la piscina — ¿De verdad puedo?

Mr. Jones asintió.

Oh, pero no empaqué un traje de baño — comentó después de un momento de pensarlo y se puso ligeramente triste; en serio quería entrar y jugar un rato con el agua. Volteó hacia Mr. Jones sonriendo, resignada —. Supongo que será otro día — se encogió de hombros.

— Entonces espera aquí.

Mr. Jones fue rápidamente subiendo las escaleras hacia su habitación, en la cual pocas veces había dormido pues apenas si la utilizaba en vacaciones.

El espacio estaba adornado con viejas cosas que tenía cuando estaba en secundaria, con posters de sus videojuegos favoritos y equipos de football americano, con figuras de acción y repisas con autos coleccionables. Su mamá se había encargado de ello, seguramente. Cuando era un adolescente, vivía con su familia en un lugar bastante más pequeño.

Sentía una especie de nostalgia al estar en ese lugar. Pero, dejando de lado las emociones que le causaba estar de vuelta en el hogar de sus padres, buscó por entre los cajones su ropa vieja, la que su madre mantenía siempre limpia y siempre en su sitio con la esperanza de que su hijo siempre regresaría. Ahí debía haber un par de bermudas y una camisa suelta. Sacó la ropa que necesitaba ¡Cuánto había pasado el tiempo! No podía creer que haya alguna vez entrado en eso. Después volteó a ver al suelo ¡Claro! También necesitaría un par de sandalias. Con cuidado volvió a acomodar lo demás.

Rápidamente bajó las escaleras con la ropa en la mano.

(T/n), aún cohibida, estaba sentada rígidamente sobre el sofá, mirando a todas partes sin en realidad observar algo particularmente. Alfred sonrió amable y resopló por la nariz, resignado. Por supuesto, era obvio que la chica actuaría así; no estaba acostumbrada en absoluto a ese tipo de ambiente y tampoco a su hogar. Eso mismo le habría pasado a él cuando tenía su edad si hubiera estado en esa situación... Bueno, es que a esa edad no tenía nada, apenas un empleo de medio tiempo que le permitía mantenerse estudiando y eso era todo. Lo mismo pasaba con ella así que entendía, entendía perfectamente.

Teacher or Daddy (Hetalia x Lectora fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora