Teacher or Daddy (Hetalia x Lectora fanfic)

El poder del color rosa

Megan y su séquito de cabezas huecas estaban muy emocionadas porque pronto llegarían las vacaciones, obviamente, como todos los demás. Sólo que ellas, como las lame botas que eran, ganaban un viaje junto a Megan a Taiwan. Sin embargo, antes de ir, debían hacer una última 'misión', una pequeña travesura juntas.

Nada ponía de mejor humor a Megan que lo que una de sus 'lacayas' le había contado hace poco. Y, bueno, ya suponía que (T/n) no podía ser tan perfecta como aparentaba, sólo era cuestión de tiempo para que se destaparan todos sus secretos. Obviamente, algo así no podía dejarlo pasar tan fácil.

Incluso había dejado a (T/n) en paz el último día de clases, pues lo que venía no era nada comparado con un simple comentario incómodo.

¿Sabías que vi a (T/n) besándose con Mr. Jones?

¡Eso era oro! Sintió la risa recorrer su pecho de repente. Ahora, sólo debía encontrar alguna prueba y testigos. Era obvio que expulsarían a esa mestiza de la universidad. A parte de que se armaría un escándalo monumental que andaría de boca en boca.

— Y bien, tú como te llames. Supongo que ya sabes que (T/n) sólo llega a pie de la universidad hacia acá y me contaron que hace un mes alguien la vio llegar en un automóvil muy caro ¿Sabes algo? — miró Megan por debajo de sus lentes de sol —. Piénsalo bien, podrías salir beneficiada de esto — le sonrió, ladina.

Había ido a pararse descaradamente al dormitorio de chicas. Un lugar horrendo y sin clase según ella ¡Pero claro! Vivía en la mansión que su padre mandó a construir cerca de ahí para ella y su hermandad. Tenía cerca de medio edificio para sí misma.

— ¿Y? ¿Me vas a hacer perder el tiempo? — dijo Megan, tratando de sonar amenazante hacia la prefecta de los dormitorios.

— ¿Y tú qué te crees? ¿Qué es esto? ¿un tipo de copia de las channels?

— Si esa perra existiera, te juro que no me llegaría ni a los talones.

— ¿Qué pretendes, Wilson?

— Hu, hu, no quieres meterte conmigo, querida — sacó un sobre de su bolso Gucci. Justo después se lo entregó —. Aquí, un pequeño incentivo.

La prefecta lo único que hizo fue devolverle el sobre.

— ¿Qué crees que soy? Ve a probar suerte en otra parte — le cerró la puerta en el rostro.

— ¡Me las pagarás, maldita! ¡No sabes con quién estás tratando! — le gritó Megan. Justo después, salió de ahí, resonando sus tacones junto a sus 'amigas' por los pasillos. A ella la hundiría junto a (T/n), no había necesidad de su ayuda.

Ahora, sólo debía buscar otras opciones y ya sabía a quién exactamente recurrir.

— ¿Por qué estás tan de buenas? — preguntó una de ellas, poniéndose a la par por lo que Megan la miró de reojo, haciéndole entender que debían caminar justo detrás de ella.

— Sólo puedo decirte que tengo un haz bajo la manga. Ustedes sigan buscando testigos — dijo, subiéndose a la lujosa limusina que estaba estacionada justo delante del edificio. Obviamente, con un chofer cuidándola.

Después subieron ellas.

— Chicas, preparen sus maletas porque antes de que termine la semana nos iremos a Taipei — sonrió para sí. Esto se pondría más entretenido.

...Continuará...