Ruta a) Parte 2

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(T/n) se había despertado de muy buen humor ese día. Apenas el sol se hizo presente en el horizonte, se levantó de un salto de su cama. La sangre recorría rápidamente por sus venas y llenaba sus mejillas de un hermoso color rosa.

Afuera apenas empezaba a ponerse claro y Mr. Jones ya esperaba en la entrada, parado junto a su antigua motocicleta, con el aire frío golpeando sus mejillas. Había instalado en ella un tipo de baúl que servía como el capó de un automóvil, pues sabía que las chicas acostumbraban a llevar consigo equipajes pesados, llenos de cosas que quizá no necesitarían. Y mentiría si dijera que ese pequeño detalle sobre las mujeres no le agradaba. Quizá la mayoría de sus compañeros varones es lo que más detestaban, pero él lo encontraba encantador, igual que cuando una dama tarda en arreglarse al salir.

Para matar el tiempo, tomó un paquete de cigarros que traía en el bolsillo de la gruesa chaqueta de cuero. Sacó un cigarrillo y lo puso en su boca, sin encenderlo ¡Maldita la hora en que le prohibieron beber y fumar! Le costaba trabajo admitir que su cuerpo ya no funcionaba tan bien como cuando tenía veinte años... Ahora, sólo podía hacer esto.

— Quizá vine muy temprano — se dijo a sí mismo, mirando hacia el cielo que aún no perdía las estrellas de la noche anterior.

(T/n) estaba como loca en su habitación, tratando de poner todo en su lugar antes de irse. Primero, se aseguró de tener todo lo necesario en su maleta. Después, hizo un recorrido por toda su habitación para verificar que las ventanas y las llaves de agua estuvieran bien cerradas y que en el frigorífico no quedara nada perecedero.

Cuando estaba a punto de salir, con la mano en el pomo de la puerta, sintió la adrenalina recorriendo su cuerpo ¡Era tan emocionante! Sin esperar más, dio una última vista a su habitación y abrió la puerta. Tan pronto puso un pie afuera, sintió como si estuviera saltando a una aventura.

Antes de salir del edificio, halando de su maleta, pasó tocando en la habitación de la prefecta.

— ¿Qué pasa? Es muy temprano — dijo, abriendo la puerta.

— Hola, buenos días. Vengo a dejar mi llave.

— ¿No te ibas a quedar todas las vacaciones?

— Sí, pero hice algunos planes y estaré fuera un mes. Aquí tiene las llaves ¡Nos vemos! — antes de que la prefecta pudiera responderle algo, (T/n) había salido casi corriendo, dando brinquitos por el pasillo.

— Estas niñas me van a sacar canas verdes... — se dijo la mujer antes de cerrar su puerta.

Desde la lejanía, (T/n) vio a una persona de pie junto a una motocicleta ¡Ese debía ser Mr. Jones! Rápido, bajó la pequeña colina hasta la entrada donde estaba la calle principal — a esas horas desierta— y saludó alegremente con la mano.

Un poco apenado de que su alumna lo viera, escupió el cigarro de su boca.

— ¡Oh, (T/n)! Estaba empezando a pensar que no vendrías.

— ¿De qué habla? ¡No me perdería este viaje por nada!

— Bien, girl ¿Traes todo lo que necesitas?

(T/n) asintió.

Ok, lo guardaré acá atrás.

Mr. Jones tomó la maleta de las manos de (T/n) y la guardó en el baúl. Pensó que éste se llenaría hasta el tope, sin embargo, apenas ocupaba la mitad del espacio ¡Perfecto! Podría guardar ahí unos cuantos suvenirs que comprara en el camino.

— ¿Y esto? — preguntó (T/n) pasando una mano por el asiento de la motocicleta.

Oh, es mi antigua JJLesun3. Fue la primera cosa que compré con mi salario cuando era un niño de diecinueve. Ha sido mi fiel compañera y nunca me ha dejado varado — le comentó con una radiante sonrisa mientras le pasaba un casco y él se ponía el suyo. Justo después, se montó en el asiento y le señaló con la cabeza la parte de atrás —. Vamos, girl. Sube.

(T/n) nunca se había subido a una motocicleta ¡Oh! ¡Si sus padres se enteraran, la colgarían del cuello! A su madre nunca le habían gustado 'esas máquinas asesinas' Y a su padre, pues podía decir que tenía un muy mal recuerdo: una enorme cicatriz que abarcaba la mitad de su pierna izquierda. Con torpeza, se subió.

Mr. Jones no podía evitar una pequeña risita que nacía desde dentro de su estómago —. Bien, ahora, agárrate fuerte de aquí y no te sueltes por nada — tomó las manos de (T/n) y las llevó hacia su cintura.

Eh, s-si...

— ¿En qué estaba? ¡Ah, sí! ¡California, allá vamos! — dio marcha al motor.

(T/n) se sentía asustada, nerviosa, feliz y emocionada, todo al mismo tiempo. Se aferró al cuerpo de Mr.Jones como si de un momento a otro fuera a caer rebotando en la carretera.

En cuestión de unos segundos, ya se encontraban de camino, emprendiendo su viaje hacia una nueva aventura. 

Teacher or Daddy (Hetalia x Lectora fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora