Katsuki Bakugou era un ser invicto ante todo lo que hacía; deportes, actividades artísticas, y su vida familiar tampoco se encontraba tan mal. También, era popular entre chicas y chicos, lo que resultaría extraño debido al explosivo temperamento con...
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Después de la charla que Katsuki tuvo en secreto con Hanta, y posteriormente Shoto con Tenya, los dos muchachos continuaban limpiando todo el desastre que hicieron los días anteriores.
Empezando por dejar de vender la droga en la escuela.
Por supuesto, la inconformidad de algunos se vio venir, y la amenaza de acusarlos los estuvo acechando un par de días.
Sin embargo, Midoriya hablo con Monoma y con Shinso para informarles que sus compañeros de clase estaban volviendo al camino del bien.
Al parecer Monoma de verdad no iba a mencionar ninguna palabra. Solo estaba probando el liderazgo de Bakugou y Todoroki, y a su vez, el de él.
El rubio excéntrico solo quería de nuevo una razón para que el respeto que sentía por esos dos de la Clase A, siguiera teniendo fundamento.
También, quería ver de qué podía ser capaz Midoriya.
Sabía que sus acciones infantiles muchas veces eran injustificables, pero Neito tenía sentido común.
Y si Bakugou lo había aceptadoa Midoriya, entonces quería un motivo para empezar aceptarlo también.
Lo poco que conocía de Katsuki, el gran estudiante que encabezaba la lista del Top, era que actuaba con racionalidad.
No sé traicionaria así mismo solo porque sí.
Y también pudo observar que Katsuki empezó a cambiar para bien.
Antes era un líder, porque sus habilidades y puntajes se lo dieron. Pero ahora, era un líder porque empezó a escuchar y a estar atento de su alrededor.
Si Midoriya era la influencia que había permitido que eso fuera así, quería ver si ese extranjero era digno de su respeto.
Por algo el director Nezu lo acepto en la escuela.
Cuando Izuku fue a hablar con él, era evidente que el peliverde estaba dispuesto a negociar con él, por si en sus intenciones estaba difundir la criminalidad de Sero y lida.
Por supuesto, Monoma solo le dejo ir, pero Midoriya se quedó para pedirle un favor.
Ayúdame a apagar los rumores sobre Sero y lida vendiendo droga... Sé que puedes hacer algo así.
Claro que Monoma podía. Era tan sencillo como ir y comenzar otro rumor.
O advertirles a los estudiantes que seguían insistiendo en comprar drogra o echarlos de cabeza, sobre el comienzo de una mentira que los involucrara.
A nadie le gustaba ser objetivo de miles de ojos, mucho menos cuando ese rumor contenía información falsa.
Pero mientras se comprobaba la veracidad de esos murmullos, era suficiente para pasar un mal rato.
