Capítulo XIV: Reversión.

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Otra nueva semana había comenzado. Era increíblemente redundante como los días pasaban y cada uno se convertía en una nueva experiencia para cada persona.

Cómo los segundos avanzaban tan rápido y sin piedad de dejar atras el pasado, haciéndose más lejanos con los minutos y las horas.

Pero para algunos, el pasado era muy difícil de borrar dejándolos estancados en sentimientos horribles, pero siendo tan masoquistas para revivirlos a cada momento en busca de una venganza o una disculpa nunca recibida.

¿Porque los humanos son seres tan dóciles y al mismo tiempo tan complicados?.

El día apuntaba a permanecer con un cielo hermoso. Azul, blanco y un poco de naranja por la tarde, con aire fresco para ventilar a la colosal academia.

Las voces de los alumnos resonaban entre los pasillos; en los que formaban parte de la zona de primero se sentía la inocencia, el ímpetu, el compañerismo. En los de segundo yacía un poco de madurez y control. Pero en los de tercero, reinaba la competitividad y la presión sobre cada par de hombros.

Cabe aclarar, que no siempre fue así, pero como la generación caótica y monstruosa que eran, la tensión era la principal sensación que se volvió normal para todos.

Vivían entre enredos y defectuosos comportamientos. Pero como parte de esta comunidad, nadie era capaz de verlo.

Katsuki no era capaz de verlo.

Por eso, el resentimiento que crecía en él era imposible de frenar. Tenía planeado su siguiente movimiento. Ya había sido suficiente de confusiones o lamentaciones.

No importaba ahora lo que pasaba entre su más odiado compañero y su ídolo, creía haber visto lo suficiente como para abandonar esa devoción ciega que le tenía. Y había adquirido más valor y coraje para aplastar a Midoriya a toda costa.

Esta vez lo haría, definitivamente.

Desafortunadamente, la semana comenzaba con la mayoría de materias teóricas, por lo que la demostración de su determinación no iba a suceder de inmediato.

De cualquier manera, Katsuki era igual de bueno en lo teórico que en lo práctico. Simplemente era talento, por lo que no había una pizca de preocupación en él. Al inicio no participaba porque no creía que su intervención pudiera servir para agregar puntos en su historial. Pero, dado a lo que lida obtuvo en la clase de Estrategias, ya era hora  entonces de que la sangre corriera.

Tuvieron su primera clase con Aizawa-sensei cómo estaba estipulado en su horario. La clase ya daba señales de terminar, pero su profesor favorito tenía un anuncio que hacerles.

—Muy bien, antes de que me vaya, necesito que pongan atención— sentenció y ya que obtuvo la cortesía que necesitaba, continúo con lo suyo —Espero que recuerden lo que dijo el Director en la ceremonia de apertura. Acerca de una "sorpresa" que les tenía—

—Ya decía yo que ya se estaban tardando— soltó Kaminari en voz alta —Hey— tocó el hombro de Kirishima para llamar su atención y hablar, según él, con discreción —Te apuesto lo que quieras a que la "sorpresa" nos va a arrancar los brazos y las piernas de dolor— le dijo recordando cuando el año pasado una de los regalitos de Nezu había sido traer a esas bestias de instructores de gimnasio para cada salón y grado, quienes los habían sometido a intensas semanas de rutinas de cardio y pesas.

Sinceramente, el director era un completo demente que parecía divertirse con cada gota de sufrimiento de cada estudiante, y era excitante para él ver cómo sus alumnos salían de cada acertijo.

WE ARE LEGENDS, WE ARE DIAMONDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora