Capítulo XIX: Aviso de un obstáculo.

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—¿Trajiste algo para anotar?— Midoriya no tardo en preguntar segundos después de haber cerrado la puerta —supongo que no— dijo luego de echarle un vistazo a las manos de Bakugou. 

—¿No te vas a vestir?— le preguntó Katsuki extrañado por la naturalidad con la que Izuku se paseaba en ropa interior en frente de otros. 

—¿Porque debería?, estoy en mi habitación— se dirigió a su escritorio para colocar en un pequeño pedazo de hoja los días y horarios en los que estaba disponible. 

—Si tuvieras educación, sabrías que ante una visita deberías tener algo de pudor— 

Izuku comenzó a reír desenfrenado. 

"¿En serio acaba de utilizar la palabra 'pudor'?"

Katsuki solo lo miraba desde el mismo lugar con una pizca de molestia en sus ojos. 

C'mon, estas siendo muy paranoico. Ambos somos chicos, ¿cual es el problema?— giró su silla para comenzar a escribir en el papelito. 

"Cierto, no hay ningún problema", reaccionó y posteriormente, Bakugou solo espero que Midoriya terminara de escribir, mientras le daba una ojeada a la habitación del peliverde. 

"Bastante simple"

En la habitación no se percibía nada fuera de lo normal, ningún indicio de algo de lo que fuera realmente fanático. Extraño, considerando las películas que había visto y que servían de referencia acerca de como eran los adolescentes americanos; que solían invadir sus paredes con posters de sus bandas favoritas. 

Aunque en realidad, en ese aspecto, los adolescentes universalmente podían tener las mismas manías. 

Pero en cambio, solo se notaban algunas cajas que seguramente estaban ocupadas con las pertenecías de Izuku, y que seguramente aun no terminaba por acomodar. 

—Aburrido, ¿no?— dijo el pecoso refiriéndose a la habitación. La voz de Izuku lo sorprendió, y se maldijo internamente por haber sido descubierto mirando su habitación —ten. He anotado todo. Cualquier día de esos, solo avísame y ensayamos— le extendió el papel, y Katsuki se alivio al ver que Izuku no se había puesto a molestarlo por lo anterior. 

Bakugou tomó el papel y miró lo que había escrito el otro. 

—¿Solo sábados en horario temprano o domingos?— Katsuki alzo las cejas e Izuku hizo lo mismo, pero acompañándolas con sus hombros —existen días de Lunes a Viernes, ¿acaso lo olvidaste?— 

—Con este castigo, no tenemos muchas opciones. Y te recuerdo que aparte de cumplir con el arresto domiciliario, le doy asesorías a Kaminari-kun y mi tiempo restante debo invertirlo en realizar mis tareas y supongo que tú haces lo mismo— 

—Aaaahhh, esto es una mierda— se desespero Bakugou. Pues su plan también era acabar  lo mas rápido con esa actividad, y el nerd venía y le restregaba en la cara lo ocupado que estaba. 

Pensó por un momento y poso su mirada en el peliverde que seguía sentado en aquella silla. Iba a decir algo como "solo cancela con el pikachu", pero estaba seguro que el otro se negaría rotundamente. 

Y tal vez, en ese momento, no tenían nada que ver las cicatrices de Midoriya, pero no estando cubiertas, inconscientemente se le facilito mover sus ojos unos cuantos milímetros. 

"Las tiene hasta su hombro"

El pecoso se dio cuenta hacia donde miraba el rubio ceniza. No le incomodo, pero por algún motivo, sintió que debería colocarse una prenda. Así que, se paro y camino hasta su closet, y Katsuki lo siguió con la mirada. 

WE ARE LEGENDS, WE ARE DIAMONDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora