El atrevimiento de Uraraka había inspirado en él algo de confianza para poder realizar algo parecido.
Después de imaginarse miles de escenarios en los que Kaminari lo podía ignorar en medio de su estúpido intento de disculpa e irse, justo cuando degustaba su almuerzo y el rubio eléctrico se sentó con ellos después de tanto tiempo, un rayito de esperanza se instaló en su corazón que le hizo decir lo siguiente en medio de una anécdota que estaba contando su amigo pelinegro:
—Kaminari, ¿podemos hablar?— todos quedaron en silencio. Sorprendiendose por su interrupción y atrevimiento porque, la chica pelirrosa estaba a su lado.
Sintiendo todas las miradas sobre él, se removió sobre su asiento y carraspeo un poco.
"No te acobardes", se dijo y volvio su mirada a esos ojos ámbar.
—Ahm, s-solo si quieres—
Denki seguía masticando su comida de forma lenta, aun clavando sus ojos en su amigo pelirrojo queriendo adivinar que carajos pensaba.
El aura de Ashido se hizo tan intensa que tuvo que voltear a mirarla, y como lo imagino, la chica estaba con las cejas fruncidas tratando de buscar una explicación.
Si Denki fuera él de antes, en primera, se hubiera emocionado por el pedido de Eijiro. Y en segunda, sintiendo la amenzante advertencia de su amiga, se habría negado.
Que bueno que ya no era él de antes.
—Seguro— habló como si no fuera la gran cosa. Se puso de pie y aventó sus cubiertos sobre la bandeja —¿que esperas? Vamos afuera, ¿no? ¿O quieres que hablemos justo aquí?—
—¡Ah! Si, y-ya voy— Eijiro se paro torpemente y Mina le jaló del brazo —ahora vuelvo— tuvo que aplicar algo de fuerza para despegar la mano de ella.
—¿De que van a hablar?—
—Es algo privado Mina-chan— intervino Kaminari que desde hace unos días que se tomaba un poquito de su tiempo para hacer un análisis de todo el conflicto, ya no estaba tan seguro de Mina haya actuado con honestidad. Y como odiaba a las personas desleales —no seas tan posesiva, en unos minutos te lo devuelvo— le guiño un ojo.
Por lo bajo Ashido enterró sus uñas sobre sus piernas.
Los tres chicos restantes miraron como el par de espaldas se alejaron dirigiéndose a una de las puertas de la cafetería.
Por otro lado, Katsuki vió como Izuku entro al lugar por otra puerta. Se le veía cansado, como si se hubiera aventado a una jaula de leones.
—¿Ustedes saben de que van a hablar?—
Su atención volvió a su mesa cuando la chica les habló.
Sero lo miró pidiendo ayuda, el pelinegro no quería decir algo que pudiera ocasionar otro problema más a su círculo social.
Preferiría que Bakugou hablara y dijera algo inteligente.
—No. Ya oíste al Pikachu, es algo entre ellos así que deja de intentar saber—
—¿Desde cuándo tienes preferencia por alguno de nosotros Bakugou?—
—No seas absurda ojos de mapache. No es culpa de nadie los problemas que tengas con Kirishima. No desquites tu enojo con nosotros—
—Tch, que vas a saber tú de problemas en una relación... Con que Kiri y yo sigamos queriendonos, es suficiente— la chica desprendía humo hasta por los codos.
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WE ARE LEGENDS, WE ARE DIAMONDS
Teen FictionKatsuki Bakugou era un ser invicto ante todo lo que hacía; deportes, actividades artísticas, y su vida familiar tampoco se encontraba tan mal. También, era popular entre chicas y chicos, lo que resultaría extraño debido al explosivo temperamento con...