Katsuki Bakugou era un ser invicto ante todo lo que hacía; deportes, actividades artísticas, y su vida familiar tampoco se encontraba tan mal. También, era popular entre chicas y chicos, lo que resultaría extraño debido al explosivo temperamento con...
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El hospital al que llevaron a Izuku para tratarlo, padecía de una confidencialidad muy alta que estaba específicamente en servicio de los espías del Departamento de Seguridad Internacional.
Fue un edificio que se construyó en Pensilvania, un estado lo suficientemente cerca para cualquier emergencia.
Nighteye invirtió mucho de su dinero propio en reclutar a los mejores doctores y equipo de alta tecnología para que el proyecto Civic Center pudiera existir.
Izuku fue atendido durante su traslado dentro de un jet privado. Estabilizaron sus hemorragias y conectaron nuevamente aparatos a su cerebro que les pudieran indicar cómo estaba su sistema nervioso.
Pero solo hasta que llegaron al nosocomio, la especialista pudo actuar a consecuencia con la información que tenía hasta ese momento.
Nighteye y Mirio iban al hospital casi a todo momento y estaban con el alma en un hilo, teniendo mucho miedo e incertidumbre sobre cómo sería cuando el pequeño Midoriya abriera sus ojos.
Por otro lado, también estaban pendientes de que el consejo no se metiera en sus asuntos, ni mucho menos buscara tener un contacto con el chico. Pues para bien o para mal, que Garaki haya irrumpido planteando su verdadera cara, fue la coartada perfecta para desviar la atención sobre Izuku.
Después de un gran interrogatorio de Nighteye que le erizo la piel incluso a los supervisores detrás del cristal, hubo una nueva reunión de emergencia en el que el jefe del departamento les habló brevemente sobre el Underworld, sin mencionar que su protegido ya estaba envuelto en esa situación.
Se habló sobre la inconformidad de que el Underworld estuvo invadiendo sus instalaciones todo este tiempo, y criticaron mucho la ineptitud de la Fuerzas Mayores para cumplir con su papel. Entre esas cosas, al de anteojos le llamo mucho la atención la sorpresa en el rostro de sus compañeros.
Las palabras y la determinación de Nighteye los hicieron programar una segunda reunión que se llevaría a cabo dentro de dos días, en la que se determinaría si la GDIA iba a meterse en ese gran problema que desde mucho tiempo atrás crecía desde las alcantarillas más remotas de Japón, y que al parecer, ahora era fuerte y tenebroso.
Sasaki también sabía, que la decisión del consejo no se debía mayormente a sus palabras bonitas y el hecho de que haya aparecido en la sala con la camisa manchada de sangre.
El Underworld era un tema "sensible" para cada uno de ellos. Se tenía casi en una lista negra en la que se prohibió estrictamente hablar sobre ello.
Y aunque la organización se construyó a base de "no sentir para progresar", las máximas autoridades retiraron la protección a la nación nipones por un asunto personal.
