Capitulo XII: Irreal.

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Los días de escuela transcurrían con normalidad, a pesar de lo enérgico que había resultado el fin de semana para algunos.

Debido a que las actividades académicas ya estaban comenzando a ponerse al nivel con el que normalmente se laboraba, los estudiantes comenzaban a ocuparse para poder cumplir con las expectativas.

Intensidad era la palabra adecuada para describir las horas de clase.

Katsuki había estado tan atareado, que sus planes para averiguar la terrible coincidencia de la que fue testigo los días anteriores, habían sido cancelados.

O algo así.

Ya que siendo necio a lo que había visto, llevaba desde el lunes quedándose en su casa para poder pasar por el parque, y a su vez, también por el condominio.

Mínimo con eso, había descubierto que el brócoli cumplía casi con la misma rutina que la mayoría: quedarse entre semana en los dormitorios, y los sábados y domingos regresar a casa.

Lo sabía porque de ser lo contrario, ya se hubiera encontrado con él en las mañanas, porque ambos tenían que recorrer el mismo camino para ir a Yuuei.

A menos, que hubiera otra salida, o el otro tipo saliera muy temprano o muy tarde, cosa que sería imposible considerando que su no tan agradable compañero de clases, llegaba con puntualidad.

Y en lo que llevaba de la semana, All might no se había aparecido por ahí tampoco. Al menos no en el horario antes y después de clases, aún le faltaba cubrir el espacio intermedio. Sin embargo, igualmente dudaba que All might fuera tan descarado o descuidado como para ir frecuentemente. Si él quería moverse cautelosamente, la peor opción sería ir al mismo lugar con continuidad.

Bakugou se sentó en su lugar, y aprovechando que nadie más que él había llegado, puso sus brazos y cara sobre la superficie tibia.

Giró su cabeza para mirar en su teléfono la hora. Aparentemente había terminado antes las actividades de su clase de Inglés, y sus compañeros aún se mantenían en el anterior salón de clases.

Perfecto. Tenía un momento para él.

—¿Que diablos estás haciendo Katsuki?— se preguntó así mismo.

Era bastante estúpido querer enterarse de los asuntos de un pro como All might, por mucho que fuera su figura a imitar y superar. Todo este tiempo se había mantenido al margen, asumiendo y cumpliendo su deber en sus pasantías. Nunca había sido un inútil, y gracias al rol que ya estaba cumpliendo, nunca había sido necesario hacer más, porque él sabía que muy pronto sería su turno y se estaba preparando para ello.

Entonces, ¿porque últimamente se sentía un inútil?

Insuficiente, insatisfecho, y todos los demás sinónimos que se le parecieran a esos adjetivos.

¿Porque sentirse así cuando lo tenía todo?

No entendía que parte de él se había vuelto ilógica como para sentir, pensar y actuar de forma incongruente. Es decir, fuera de algo que no repercutiera en sus logros personales.

Y por supuesto, era aún más estúpido espiar al supuesto extranjero.

Había quedado en mantener su investigación sobre lo que veía en clases, y había terminado por seguir observando el lugar donde vive, aún cuando el peliverde no se aparecía por ahí.

Era claro que no estaba siguiendo sus propias reglas, y a pesar de las incógnitas en su cabeza, seguía siendo impecable. Pero seguían en los primeros días, lo verdaderamente fuerte aún no empezaba.

WE ARE LEGENDS, WE ARE DIAMONDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora