Katsuki Bakugou era un ser invicto ante todo lo que hacía; deportes, actividades artísticas, y su vida familiar tampoco se encontraba tan mal. También, era popular entre chicas y chicos, lo que resultaría extraño debido al explosivo temperamento con...
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—¿Que vas a hacer?— Denki buscaba en el rostro pecoso algún indicio de maldad.
Se sintió mal que sus instintos le dijeran que hiciera aquello.
"No es culpa de él", se dijo.
Probablemente era el pánico y la protección que ellos también tenían sobre Bakugou.
Era su más preciado amigo, y la idea de no verlo, revivía angustias pasadas que provocaba el deseo de ver al chico explosivo en buen estado a costa de quien sea.
Los ojos de sus compañeros miraron con mucha expectativa a Midoriya ante la pregunta de Kaminari.
—...No lo sé. Lo buscaré en todos los lugares posibles, él más que nadie esperaba por esto, así que dudo que haya decidido abandonar solo porque si—
Aizawa, Sero, Kaminari y Kirishima intentaron pensar positivamente con eso.
—No habrá escuchado su alarma, supongo...— el pelirrojo se mordió la uña del pulgar.
—Eso es lo raro— Sero volvió a echarle un vistazo a Midoriya, y de inmediato dejo caer su mirada al suelo para no hacer sentir más incómodo al chico.
"Sero tiene razón...Para empezar, ¿por qué Blasty olvidaría algo tan importante?", pensó Denki.
En el mejor de los casos como decía Kirishima, simplemente pudo quedarse dormido.
Sin embargo, volvieron a la misma premisa.
Bakugou nunca fue vencido por el cansancio.
¿Por qué está vez era diferente?
¿Qué tan agotado debe estar para que esta vez nada haya sido suficiente para despertarlo?
Afortunada o desafortunadamente la mayoría de los cambios del peliceniza tenían una profunda relación con Midoriya.
Entonces, no era tan descabellado asumir que el peliverde de algún modo u otro tenía que ver con esta situación.
—¿Alguien mantuvo contacto con Bakugou estos días?— el hombre pelinegro mantenía apretando su teléfono.
—No...— contestaron los chicos más cercanos al desaparecido.
El profesor estaba a punto de mandar la señal a las Fuerzas Mayores para emprender una búsqueda.
"¿No sé estará repitiendo lo de hace dos años?", se preguntó con temor.
Si Yueei permitía otro secuestro a Bakugou, su incompetencia era más grande de lo que pensaba y la reputación de la escuela se iría para abajo.
