Kiran. Un chico común y corriente, es llamado al mundo de Fire Emblem para detener la guerra entre el Reino de Embla y el Reino de Askr. ¿Será posible que logre su cometido y pueda llegar a casa pronto?
Han pasado 2 horas desde que el grupo de Kiran llegó al mundo del misterio buscando a la desaparecida hermana de Alfonse. Después de su enfrentamiento con el misterioso jinete, Kiran y los demás lograron llegar al portal del mundo del misterio; y empezaron la gran búsqueda de la hermana del príncipe Alfonse. Pero, para su decepción, no han podido localizarla aún. Buscaron por todos los rincones del mundo del Misterio, pero no podían hallar a la princesa. Alfonse estaba temiendo lo peor de lo que pudo sucederle a su querida hermana menor.
-Rayos. Llevamos ya varias horas buscando a Sharena y aún no hemos podido encontrarla. Espero que se encuentre bien.
-Descuida Alfonse. No nos detendremos hasta encontrar a tu hermana. No hay que perder la esperanza.
-Kiran tiene razón Alfonse. No puedes rendirte aún. Tiene que estar en un lugar en donde ella esté oculta y a salvo. Solo debemos seguir buscando.
-Gracias comandante. Tienen razón los dos. No puedo rendirme aún.
Kiran vio como Alfonse recuperó ese espíritu para continuar en la búsqueda de su hermanita. En ese instante, Kiran volteo y vio a Takumi algo distante. ¿Qué le sucedería a Takumi para tenerlo tan alejado del resto? -¿Takumi? ¿Sucede algo? Te veo muy distante.
Takumi miró a su amigo con un rostro de preocupado. -Kiran. ¿No lo escuchas?
-¿Mm? ¿Escuchar que?- Fue entonces que Kiran se percató a lo que se refería Takumi. Miró a todas las direcciones y descubrió lo que puso a Kiran en alerta. Algo o alguien estaba detrás de los arbustos, y al parecer, estaba listo para emboscarlos.
-¡Todos! ¡Prepárense! Al parecer alguien estaba listo y nos tendió una trampa.
Kiran y sus amigos se pusieron a la defensiva y se prepararon para recibir a su misterioso atacante. Los cuatros se pusieron tensos mientras el extraño agresor se acercaba cada vez más y más a ellos. Kiran y los otros estuvieron a punto de lanzarse contra su atacante cuando de repente, de entre los arbustos, salió una chica de ropajes blancos y dorados, similares a los de Alfonse y Anna, aunque estos estaban algo rasgados y sucios por estar tanto tiempo en el bosque.
-Ughh. Ya no puedo dar un paso más. No puedo creer que haya logrado salir de ese problema y entrar en otro al perderme en este bosque. Como alguien puede....- la chica estaba a punto de seguir cuando alguien la interrumpió
-¿Sharena?
-¿Ah?- Sharena levanto la mirada y vio a un grupo de personas, en los cuales dos de ellos, pudo reconocer muy fácilmente.
-¡Comandante Anna! ¡Hermano!- Sharena no podía estar más feliz de no solo encontrarse con su hermano y la comandante Anna, sino de que ellos se encontraran muy bien. -¿Por qué tardaron tanto en llegar?
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-Lo siento, Sharena.-dijo Alfonse rascándose la nuca. -Hemos tenido que luchar para llegar hasta aquí.
-Ya veo. Al menos ambos se encuentran bien.-dijo Sharena con una gran sonrisa. En ese momento, ella vio que su hermano y comandante no venían solos. -¿Y quienes los acompañan?-dijo cuando noto que uno de ellos traía un objeto que ella pudo reconocer. -¡Cielos! Tú tienes la reliquia divina... ¡y está brillando! ¿Acaso? ¿Tú eres... el gran héroe?-dijo Sharena con una gran emoción en sus ojos que hasta Kiran lo hizo sentirse un poco avergonzado. Kiran asintió con la cabeza dándole la razón a Sharena. -¡No lo puedo creer! ¡Llevábamos mucho tiempo esperando tu llegada!-respondió Sharena con una gran emoción y comenzó a saltar con una gran alegría.
