Boyfriend

Capítulo 3: Gracias

Narra Melissa:

- ¡NO! - Dije repentinamente... Bueno, lo iba decir, pero ellos no lo sabían, por lo cual es repentino, ¿no?... 

Lo siento, estoy divagando.

- ¿Por qué? - Me pregunta un confundido Niall.

- Porque tengo una hermana. - Sí, Isa me salvará.

- ¡Ah sí! Isabel Brown. - Recuerda la enfermera.

Y si lo olvidaron, mi hermana es popular.

- Pero deberá salir de clases. - Digo en un murmullo, porque hablo conmigo misma.

- ¿Disculpa? - Y así me encuentro con la mirada de Niall.

- Yo... - No puedo pensar con claridad ¡Pero que hermosos ojos tiene este hombre! - Yo... iré sola.

- No señorita, alguien la debe acompañar. - Insiste la enfermera.

- Déjame llevarte Meli, por favor. - Pide Niall.

Sus ojos penetran mi ser de una manera única.

- Claro... - Digo en un suspiro involuntario aún muy pensativa... ¡Vuelve a la realidad Melissa! - Digo bien, ya que no interrumpiré a mi hermana... Sí. - Trato de arreglar la situación.

- Entonces, - Me estira la mano. - vámonos.

Yo la miro con temor, así que no la tomo. Sólo meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta.

Asiento en despedida a la enfermera y ella me devuelve la despedida de la misma manera.

Salgo de enfermería y el rubio me sigue. No dudo en preguntarle:

- ¿Por qué te interesas en mí? - Y así, frente a mi pregunta, me mira sorprendido. - Me refiero a por qué quieres llevarme a casa. - Le aclaro.

- Porque eres mi primer amiga en la ciudad. - Me responde simplemente.

¿Yo? ¿Amiga? Creo que no soy la única enferma.

Aún seguimos caminando.

- ¿En serio? - Le pregunto con sarcasmo. Quisiera reírme en su cara. - Porque con lo guapo que eres, lo dudo. - ¡Oh! ¡Oh! ¡¿Qué acabo de decir?! Yo y mi bocota. - Lo siento, yo me refería a que...

- No importa, no me molesta. - Y allí el creído que esperaba encontrar desde que lo vi.

Apresuro el paso hacia el estacionamiento. 

Al llegar, no sé qué hacer, así que me cruzo de brazos y doy una mirada molesta hacia el horizonte.

- ¿Qué estás haciendo? - Pregunta el oxigenado riéndose.

- Sólo quiero ir a casa, es todo. - Digo aun molesta, pero sin mirarlo.

- ¿Te has molestado conmigo? - Pregunta aun riéndose.

¡¿Por qué se ríe tanto?! Tiene una risa muy peculiar y... adorable.

- No y... ¿me llevaras a casa sí o no? - Pregunto fastidiada dejando de cruzar mis brazos y por fin viéndolo.

- Claro que sí. Ese es mi coche. - Señala el brillante automóvil Toyota Corolla plateado.

Caminamos hacia este y sin verlo venir, me abre la puerta del copiloto ¡¿Qué?! ¿Acaso quiere que piense que es un caballero? Porque ahora sólo creo que es un presumido más.