Boyfriend

Capítulo 31: Novela

Narra Melissa:

Algo que he aprendido de las novelas que ve mamá es que los malos entendidos entre los personajes siempre se dan por el villano o villana y no me cabe duda de que Jessica Malik es una de ellos.

Es por eso que estoy yendo a la casa de Niall con un delicioso pastel de chocolate casi preparado por mí, ya que mi madre hizo la mayoría, hacia la casa del él para hablar de ese tema con... él.

Pero lo único que me tiene algo preocupada es porque me enfade tanto al sólo verlos, de que estén juntos. Me he dicho muchas veces que puede ser porque ella es muy mala conmigo y que si mi mejor amigo está cerca de ella, sería catastrófico para nuestra confianza. Pero para ser francos, no siento que ello sea la causa de
lo que me molesta.

Sobre su lesión, por lo que sé, Niall está algo convaleciente, pero nada grave.

Al llegar a su puerta, la tocó sin no antes dejar escapar mis nervios en un suspiro.

Como lo vi venir, Greg me abrió.

- ¡Hola! - Saludo amistosamente.

- Hola Melissa, pasa. - Me invita a entrar.

Veo todo el ambiente con detenimiento. Recuerdo que estaba más desordenado que la última vez.

- No te sorprendas. Es que mamá llega muy pronto. No nos dijo la fecha, así que debemos estar preparados. - Me dice Greg como si leyera mi mente.

Es verdad, su madre vendrá.

- Me alegro. - Digo con una sonrisa.

De repente veo como la puerta de la entrada se abre, dando así a conocer un hombre de estatura promedio con algunas canas que dan el reflejo de madurez perfecta.

El señor descrito me mira con asombro, como si le urgiera saber de mí.

- ¡Buenas tardes padre! - ¡Oh! Es su padre.

Esperen... ¡ES EL PADRE DE NIALL!

- ¡Hola hijo! - Saluda alegremente.

Greg se acerca a mí. - Te presento a Melissa, la amiga de Niall. - Dice él.

- Es un gusto. - Digo.

Extiendo mi mano y el señor Horan la recibe con gusto.

- Así que tú eres la chica que le devolvió la fe a Niall. - Me dice el señor.

- ¿Disculpe? - ¿Por qué dijo eso?

- No le hagas caso. - Me pide Greg. - Mejor vamos a hablar de tu trabajo. - Y así conduce a su padre apresurado a la cocina.

Pero sin no antes preguntarme:

- ¿Ya sabes dónde queda la habitación de mi hermano?

Es imposible no sentirme incómoda con esa pregunta.

- ¡Ehm! Supongo. - Nunca le diré que sí.

- Pues puede subir. Es al fondo del pasadizo. - Me indica.

- Bien. - Le respondo. - Fue un gusto señor. - Me despido del padre de Niall.

- El gusto es mio hija. - Menciona el señor.

Eso fue raro.

Sacudo mi cabeza para ignorar la idea.

Subo las escaleras. Llegó al segundo piso y voy directamente al cuarto de Niall.