4. Mal amigo

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Capítulo IV

Apolo.

Ahora es cuando debo decidir entre la chica que amo y mi hermano.

Venus sigue insistiendo con el timbre mientras la sigo observando por la pequeña pantalla de la cámara de seguridad.

Estoy más que seguro que ya se enteró que Raquel ya perdió su flor, y estoy aún más seguro que hoy morirá alguien.

Ares o Venus.

Venus o Ares.

¿De qué estoy hablando? Que se joda Ares, se lo merece.

Apreto el interruptor, que hace un sonido como un clic y la puerta se abre.

Ahora me siento culpable.

—¡Ares escóndete, ya llegó Venus!

Listo, el remordimiento de fue. Ya le avise, creo que es suficiente.

—¡¿Donde está?! —y ya está aquí.

Un bullicio suena desde la planta de arriba, creo que si escuchó mi advertencia.

Sin decir una palabra más Venus, con sus manos hechas puños, corre hacía el ruido.

—¿Ya llegó? —pregunta Claudia con una sonrisa burlona. —Vaya, eso fue rápido.

—¿Quieres ir a ver?

—¿No sería invadir su privacidad?

—No si solo pasamos por la puerta.

Ella sonríe y asiente. Ambos caminamos hacía la habitación de Ares, de donde provienen gritos.

Si no fuera por los gritos de auxilio diría que esta muerto.

La puerta está abierta así que no hay mucho problema en poder observar todo.

Vaya, nunca pensé ver esto.

Venus esta parada en el lado izquierdo de la cama con muchos objetos en las manos, Ares en el lado contrario cubriéndose con una almohada con cara de terror.

—¡Te acuestas con mi hermana! —le tira un libro. —¡Luego te acuestas con mi mejor amiga! —le lanza una mochila. —¡Y le das un celular después como si fuera una prostituta!

—¡No era mi intención!

—¡Eso metetelo por... —se detiene por un instante, creo que ya se dio cuenta de nuestra presencia. —donde te quepa!

—¡Yo le dije a Raquel! ¡Le advertí! ¡Lo mismo con tu hermana!

—¡Eres un maldito egoísta! ¡Piensa por un momento en los sentimientos de los demás! —las lágrimas caen por sus mejillas, su rostro está rojo de la ira. Si ella no lo mata, yo lo haré. —¡Tu no sabes lo que se siente ver a tu hermana llorar todas las noches por un maldito idiota que no le deja las cosas claras!

El rostro de Ares es una mezcla entre confusión y arrepentimiento. Creo que Venus es la primera chica que logra llamarle la atención en serio, ni mamá lo logró en su momento.

—Sammy... ¿Ella llora por mí?

—No hay ninguna noche que no lo haga. —murmura tirandole todas las cosas que traía en una sola lanzada, pero evidentemente falla. Se pasa una mano por su cabello mientras solloza. —¿Por qué no la dejas en paz, Ares? Déjala vivir, déjala enamorarse de alguien que le pueda corresponder.

Venus se sienta en el borde de la cama, se cubre el rostro con las manos y los sollozos son cada vez más fuertes.

Claudia le hace señales a Ares para que haga algo, él duda por un instante pero se acerca, se pone de cuclillas para estar a su altura.

—No tenía idea, lo siento.

Ares intenta tomarla de las manos, pero ella se deshace y en su lugar le propina un buen golpe en el rostro.

¡Uy! Eso debió doler.

—Aléjate de mi hermana, Hidalgo. —dice secándose las lágrimas, que no parecen querer dejar de salir, debe estar destrozada.

Se pone de pie y hace el amago de irse, pero su mirada se posa sobre la caja de un celular nuevo.

¡Santas papayas acaba de tirar el celular al suelo! ¡Y acaba de pisarlo!

El objeto hace crac varias veces.

Después de eso sale de la habitación chocando conmigo y con Claudia.

—Ve, dile algo. —me dice dándome una sonrisa de aliento.

Mis pies se mueven solo siguiéndola.

Vamos, Apolo, solo ve y háblale.

Esta pasando por un mal momento.

¿Y si no quiere hablar conmigo? ¿Y si piensa que soy como Ares?

Trago saliva, debo arriesgar.

Corro para alcanzarla, pues esta cerca de la puerta, sin pensarlo la jalo de la mano y la envuelvo en mis brazos.

Su cabello huele a coco.

Empiezo a preocuparme cuando no reacciona, pero al primer minuto corresponde mi abrazo y empieza a llorar en mi pecho.

—Todo estará bien, tranquila, yo estoy acá y no te pasara nada malo.

—¿Me prometes que no te iras?

—Jamás fue una opción alejarme.

Le doy un beso en la cabeza y ella sigue llorando.

Ahora me pregunto si todas las personas que muestran una sonrisa en realidad estarán felices.

Venus sonreía todas las mañanas, y es en este momento que me doy cuenta que tenía muchos sentimientos guardados.

Pero yo estoy acá para ayudarla en lo que pueda.

¡Hey, hola mis bolitas de sensualidad! ¿Cómo se encuentran? ¿Ya tomaron agua?

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¡Hey, hola mis bolitas de sensualidad! ¿Cómo se encuentran? ¿Ya tomaron agua?

¿Qué les pareció el capítulo de hoy? 

Quiero decirles que me leí todoooos sus comentarios, y que me sorprende la creatividad de sus user names. Hoy habrá más actualizaciones por las buenas vibras de las que llenan este fic <3

¡Recuerden que si siguen llenando el fic de votos y comentarios les daré un pedazo de pizza!

¡Besos de fresas a todxs!

-Lxs ama, Mac <33

𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo HidalgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora