14. Olvídate de ella

5.7K 761 588
                                    

Dedicado a fernandaCVFashion gracias por apoyar mis proyectos <3

Capítulo XIV

Apolo. 

Mi cabeza me va a estallar. 

Siento como si un tractor hubiera pasado encima de mi y luego un avión cayera en picada sobre mi cabeza. 

—Mierda... —murmuro sentándome sobre mi cama, aún traigo la ropa del día anterior y mi aliento apesta. 

¿Qué pasó ayer?

Apúrate Lucía, bésalo, ya llegó ella. 

¡El nombre de perro! Él me dio algo, y luego estaba esa chica y después...

Venus. 

¡Maldita sea besé a una chica frente a ella!

No, no, no, nunca más me volverá a hablar. Estoy seguro. Me debe estar odiando. 

Agarro mi teléfono. Apagado. Mierda. 

Me pongo de pie sin siquiera ponerme mis zapatos en busca de mi cargador. 

¿Dónde está? ¡La sala! 

Aguantándome el dolor de cabeza, corro hacía la cocina descalzo. Debo llamarla. 

Debo arreglar las cosas. 

—Apolo. 

Volteo, Artemis está frente a mí, sentado en un sofá. 

—Estoy ocupado. —respondo caminando hacía mi cargador que está sobre un estante. 

—No la llames. 

Frunzo el ceño. —¿Qué?

—No llames a Venus, Apolo. 

—¿Por qué debería hacerte caso? No es que tengas una relación sólida como para darme consejos. 

—No la había visto llorar desde que tenía diez años ¿sabes? Y fue solo porque se cayó de la bicicleta. 

Me quedo quieto. No sé que decir a eso. 

—No estás preparado para tener una relación, Apolo, y mucho menos con alguien como ella. 

—Tu no decides si estoy preparado o no. 

—No, pero te digo lo que yo he comprobado. —sus ojos siguen fijos en mi. —Me ha contado que te has besado con una chica ebrio, en sus narices. 

—Era una trampa de ese idiota de-

—Pero tu caíste, Apolo, un hombre preparado jamás caería en algo tan bajo. —auch. —Venus fue lo suficientemente madura como para no abandonarte allí y traerte sabiendo tu circunstancia. 

—Yo la amo. 

—Tu solo la quieres por lo que ella representa, una chica linda, mayor, y que hace unos días era inalcanzable. 

—Eso no es cierto, ella me gusta. 

—Debes olvidarte de ella, Apolo. —se detuvo por un instante. —Sabes que ella tenía planeado ir al extranjero para realizar su curso universitario ¿no?

—Si. 

—¿Y en serio crees que mientras tu estés acá ella seguirá queriéndote de la misma forma? ¿O crees que esperará a que tú termines la escuela?

Nunca había pensado en eso. Sé que ella quería ir a Londres o a otro país, pero estaba ocupado planeando cuantos hijos tendremos como para pensar que pasaría cuando ella se fuera. 

Yo si la amaría a pesar de la distancia. Pero, ¿Y ella? ¿Y si se enamora de alguien más? ¿Y si yo cometo otra estupidez y le hago más daño?

—Mi consejo como tu hermano es que disfrutes de tu adolescencia, porque ella está a un paso de empezar su vida como adulta. ¿Aún quieres llamarla?

No respondo, simplemente me doy la vuelta con dirección a mi cuarto nuevamente. 

El futuro es horrible. 

La edad es una mierda. 

Y los amores imposibles son lo peor que puede existir. 

No saber que nos depara el destino es una incertidumbre horrible, ¿Por qué simplemente no nos dan lo que va a pasar en nuestra vida?

Me echo en mi cama con los brazos abiertos. 

Allí yo hice el amor con ella, nos entregamos mutuamente al otro sin siquiera pensar en lo que pasaría luego. Simplemente lo hicimos. 

Es increíble como un lugar puede tener tantos recuerdos guardados. En mi habitación lloré y amé como nunca antes lo había hecho. 

Tal vez Artemis tenga razón y debería dejarla ir. 

Dejar que se enamore y pueda disfrutar de todo lo que tendrá a donde sea que vaya. 

Aunque me duela en lo más profundo del alma. 

Solo soy un niño intentando estar a su altura. 

Y no lo logré. 

Ella debía dejarme tirado en la discoteca e irse, pero no lo hizo, me trajo hasta aquí a pesar de que estaba llorando. 

¿Cómo pude ser tan tonto? ¿Cómo pude dejar que mis ganas de parecer alguien maduro interfirieran en mi buen juicio?

Mi abrigo está tirado en los pies de mi cama, lo agarro y lo pongo sobre mi rostro. 

Aún huele a ella. 

No puedo evitar dejar salir una lagrima al recordar como se derrumbaba en el auto y como me defendió a pesar de mi error. 

Frunzo el ceño al escuchar algo sonar en el bolsillo, es una nota de papel. 

Llámame cuando despiertes, para poder contarte como le pegue a Bruno. Besos, siempre tuya, Vee. 

Sonrío sin reparos. A la mierda el destino. Ella me encanta. 

¡Hola! ¿Cómo están? Seguro felices porque hoy hubo actualización doble

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hola! ¿Cómo están? Seguro felices porque hoy hubo actualización doble. 

Este capítulo es de agradecimiento por el apoyo que le dieron a esta historia y a Cuando lo conocí. 

Para que vean que si cumplo eh. 

¡Si se pasan por mi otra historia y le dan amor les daré pizza!

¡Besos de fresa! ¡Muak!

-Lxs ama, Mac <33

𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo HidalgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora