16. Dedos locos

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Capítulo XVI

Venus.

—Hola, extraño.

—Hola, extraña.

Sin siquiera dejarlo decir algo más, me tiro sobre Apolo; enrollando mis piernas al rededor de su cadera. Oigo caer el ramo de flores cuando él me sujeta de la cintura. Sus labios contra los míos, sintiéndose uno solo mientras nuestros cuerpos piden más. 

Lo extrañe mucho. 

Apolo empieza a caminar hacía adelante, y yo —aún con los ojos cerrados y besándolo. —cierro la puerta con mi mano derecha. 

Él me deja caer lentamente sobre mi cama, sin dejar de besarme, su mano derecha recorre mi muslo desnudo a solo unos centímetros del borde de mis shorts. La izquierda sigue acariciando mi mejilla mientras que poco a poco su labios van cambiando de dirección. 

Siento como él comienza a dejar besos húmedos desde mi cuello para ir subiendo hasta lograr lamer el lóbulo de mi oreja. 

Dejo salir un suspiro de excitación y mis manos se aferran a la sabana. 

Subo un poco mi rodilla para sentir su entrepierna y comprobar lo duro que está. 

—¿Puedes...?

Su ronca voz retumba en la habitación y sin dejarlo terminar la pregunta me saco la camiseta sin remedios, dándole acceso libre a que continúe con su camino. Sus labios sobre mis senos logran hacerme gemir. 

Mi espalda se arquea al sentir como su mano derecha va subiendo por mi pierna, pasando por dentro de mis shorts y tocando mi intimidad por encima de la ropa interior. 

Su rostro vuelve a subir hasta mi cuello. 

—Estás mojada. —me susurra causando que mi piel se erice. 

Sus dedos se mueven de arriba abajo logrando frustrarme por la tela que se interpone entre ellos y lo que yo quiero sentir. 

—Demonios, Apolo, hazlo. 

Un gruñido sale de sus labios y deja un beso en mi cuello. 

—Dilo, di que soy el único que te hace sentir así; que eres mía. 

La tortura continua hasta que él mueve con cuidado mi ropa interior y siento sus dedos directamente sobre mi intimidad. 

Suelto un gemido y mi cuerpo pide más. Toda mi dignidad y orgullo se va, lo único que quiero es sentirlo dentro de mi. 

—Soy tuya Apolo. 

Entonces, siento como al fin entra en mi; sus dedos moviéndose en círculos rápidamente y bajando la velocidad en el momento justo. Los gemidos se hacen más continuos y mi espalda se arquea por el deseo. 

—¡Oh, Dios!

Mi mano se desliza hasta sus pantalones, intentando desabrocharlos torpemente. 

Necesito más. 

—Joder, te deseo tanto. —

Siento como el placer empieza a llenarme por completo, pero cuando estoy a punto de llegar al clímax Apolo saca sus dedos. 

—¿Qué haces? —alcanzo a decir abriendo los ojos.

Allí está, frente a mí, completamente desnudo; lo veo rebuscar entre los bolsillos de su pantalón, sacando de allí un pequeño paquete plateado. 

No puedo evitar soltar una pequeña risa. 

—¿Estabas planeando tener sexo, no?

Él se sonroja, se termina de colocar un condón y me mira a los ojos. 

Poco queda de aquel niño inocente que se quedaba mudo cada vez que me veía y, sinceramente, ambas partes me gustan. 

Se inclina nuevamente hacía mi, baja lentamente mis shorts junto con mi ropa interior; quedando expuesta ante él. Su boca busca la mía y cuando la encuentra junta nuestros labios antes de penetrarme de una estocada. 

Gimo en sus labios, al igual que él. Se queda quieto por unos segundos, el ligero ardor que sentía desaparece a los segundos y soy yo la que empieza a moverse contra él. 

El placer me invade, su dulce piel teniendo contacto con la mía, cada vez más rápido con sus manos sobre mis caderas desnudas. 

Mis manos se aferran a su espalda y siento como muerde levemente mi cuello; los gemidos de ambos inundan la habitación que luego de unos momentos cae poco a poco en solo nuestras respiraciones. 

Apolo me da un beso en mis labios antes de salir de mí y sacarse el condón para después botarlo en el basurero al lado de la puerta de mi habitación. 

Debo tirar la bolsa de basura luego, ahora siento como si no pudiera caminar por el ardor en mi entrepierna. 

Gateo hasta alcanzar la camisa de Apolo, me la pongo para después cubrirme con la sabana y segundos después Apolo se echa a mi lado, con su brazo rodeándome la cintura. 

—Te amo. —me susurra antes quedarse dormido sobre mi pecho. 

Acaricio su cabello por unos instantes más, no puedo ocultar la sonrisa que llevo en el rostro. —Yo también te amo. 

A los minutos yo también me rindo ante el cansancio. 

¡YA VOLVI AAAAAAA! ¿Me extrañaron? Yo si, mucho

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¡YA VOLVI AAAAAAA! ¿Me extrañaron? Yo si, mucho. 

Perdonen la desaparición, pero tengo planeado alinear esta historia a mi historia original para poder terminarlas ambas al mismo tiempo, así que estuve avanzando full Cuando lo conocí. 

Además que el 23 es mi cumpleaños xv así que me están llevando a unas pruebas de peinado que me dejan muerta. 

Al fin le traje sus deseados detalles, ¿Qué les pareció? No me considero muy buena escribiendo estas escenas xd. 

¡Hoy habrá más actualizaciones como compensación por mi desaparición aquí y en mi otra historia!

Por cierto, ¿Qué les pareció el actor que hará de Apolo? Yo recién me estoy acostumbrando, pero adoro a Ariana así que si o si veré la película porque su talento lo amerita. 

¡Besos de fresa! ¡Muak!

—Lxs ama, Mac <33

𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo HidalgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora