𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo Hidalgo

32. Cena

Capítulo XXXII

Apolo.

Dejo mi teléfono a un lado y suelto un suspiro. La mirada de Venus de incomodidad sigue en mi mente.

Si Rain me hubiera llamado un día antes, probablemente estaría saltando de felicidad, pero no fue así.

Regresé con Venus y le prometí no hacer ninguna estupidez.

Me coloco mis pantalones de pijama y al no encontrar mi camiseta salgo de allí con mis pantuflas de monsters inc.

¿Donde estará?

Oh, mierda.

Mis músculos se tensan al ver como Gregory tiene sus manos alrededor de la cintura de Venus en una distancia que, sinceramente, logra que me hierva la sangre.

Sin querer mis manos se hacen puños.

¿Qué es esto?

Estoy a punto de acercarme cuando la veo alejarlo con sus manos, intercambian unas palabras que no logro escuchar antes de abrazarse y ambos empezar a servir la cena.

No sé qué hacer al respecto, ella lo alejó.

Hizo lo que yo debí haber hecho hace unos años, y aún así tengo una mala sensación en el pecho.

Tal vez porque los vi, pero no me siento en el lugar de enfadarme.

No hicieron nada comparado a lo que yo hice con Claudia o con Kelly.

Maldito seas karma.

Suelto sus suspiro e intentando relajarme nuevamente.

No hicieron nada indecente y en estas circunstancias no puedo hacer nada más que confiar en ella y no me dio razones para no hacerlo.

Sonrío y me acerco a ella para abrazarla por su espalda sorprendiendola.

—Hola, extraña. —susurro oliendo su cabello, oigo como suelta una pequeña risa.

Se voltea en un rápido movimiento y me da un pequeño beso en los labios.

—Hola, extraño. —murmura volviendo a hacer lo que estaba haciendo.

Siento la mirada de Gregory sobre nosotros, pero intento ignorarlo.

Luego de unos minutos, los tres estamos sentados en la mesa en un silencio casi sepulcral por la excepción de las cucharas chocando con los platos.

Piensa, Apolo, piensa.

Mi cabeza hace clic.

Sé que Gregory y Kelly probablemente no lleguen muy lejos, teniendo en cuenta lo que acabo de ver, pero tal vez —solo tal vez. —pueda funcionar con alguien más.

Una imagen y un nombre se me vienen a la cabeza.

—Oye, ¿Cómo está Kathleen?

Kathleen es una chica que comparte muchas clases con Gregory, lo sé porque muchas veces me la menciono.

Casi siempre lo veo molestándola y riendo a su lado, la había olvidado por completo.

Al instante, Gregory empieza a toser al casi antragantarse con la sopa.

Buena señal.

Venus lo mira con preocupación y se pone de pie para darle un vaso de agua.

—¿Estas bien? —le pregunta volviendo a su sitio.

—Si, si, sólo que me sorprendí. Eso es todo. —sonríe y luego me mira. —No pensé que te acordarás de Kath.

—¿Kathleen Smith? —se une Venus. —¡Somos amigas! Es un poco tímida, pero es buena persona.