10. ¿Celoso, Hidalgo?

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Capítulo X

Apolo. 

El rostro de mi hermano y sus amigos, a excepción de Sammy y Gregory, al vernos tomados de la mano mientras bajábamos las escaleras es lo más gracioso que he visto en mi vida. 

—¿Qué rayos, algodón de azúcar? —exclama Luis frunciendo el ceño. 

—Te lo dije. 

Luis bufa, saca unos billetes de su bolsillo y se los da a Gregory, el cuenta el contenido para después guardárselo en el bolsillo. Otra apuesta y estoy seguro que él sabía que ganaría. 

—Tu y... —Ares la señala confundido, luego me apunta a mi. —¿Y mi hermano? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando?

—¡Se ven tan lindos juntos! —grita Sammy emocionada, abrazando a su hermana, Venus parece sorprendida; no puedo evitar sonreír al ver sus mejillas rojizas. Luego Samantha me mira. —¡Sabía que se lo ibas a decir!

El sonido de una carraspera hace que todos volteemos a ver a una esquina. Marco está apoyado sobre su auto, viendo a Venus sin intentar disimularlo, ella parece nerviosa, luego me repasa con la mirada. Esto es extremadamente incomodo, en especial por lo que sé que significa él para ella. 

—Es él ¿verdad?

—¡Alguien explíqueme que está pasando! —Ares se acerca a Marco. —¿Quién se supone que es Apolo?

—¡Venga hombre es demasiado obvio! —Gregory nos abraza por los hombros con una sonrisa en el rostro. —¡Apolo se puso en modo depredador y tuvo sexo con nuestra pequeña Venus!

—¡Gregory!

—¿Qué? Es la verdad. Apolo le escribía las notas a Venus, ella ahora lo sabe, tiraron, asunto resuelto. ¡Vamonos al cine antes que no hayan asientos!

—¿Eras tú? —si que mi hermano es lento. 

—La cucaracha tiene razón, tenemos que irnos. 

—¡Ya te he dicho que no me digas así!

Estoy a punto de agarrar de la mano a Venus para entrar a la camioneta de Ares; pero me descoloco cuando veo a Marco acercarse a mi novia y jalarla del brazo para hacerla entrar de copiloto en su auto. 

—¿Qué rayos? —murmuro molesto dispuesto a ir, pero Samantha me toca el hombro llamando mi atención. 

—Déjalos, es la costumbre, siempre van así. Ven, vamos con Ares, en el cine ya podrás ponerte lo más romántico que quieras, Romeo. 

Asiento no muy convencido y entro en la camioneta de Ares mientras Sammy se sienta en el lugar de co-piloto. 

Tranquilo Apolo, ella es tu novia, no la de él. 

Solo son amigos. 

Cuando estemos en el cine podremos pasar tiempo juntos. 


Eso pensé en el auto, pero ahora sé que estaba muy equivocado. Ares y Sammy fueron por las bebidas y palomitas de maíz; Luis a comprar las entradas y el resto esperamos en las mesas de un restaurante frente. 

Un sentimiento nada bonito me invade al ver a Venus. Marco y ella conversan animadamente en la mesa al lado de la mía, están muy cerca para mi gusto. Ambos ríen. 

—¡Apolo, ¿Me estás escuchando?! 

—¿Qué? Ah si, te escucho. —digo sin tomarle importancia. 

𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo HidalgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora