𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo Hidalgo

12. Bruno

Capítulo XII

Apolo. 

No acostumbro a ir a fiestas, mucho menos a discotecas, pero aquí estoy. Aunque no me quejo. 

Venus y yo estamos en la parte final de la camioneta de Ares, acurrucados en un rincón mientras escuchamos un playlist que ella tiene de Charlie Puth; mi brazo esta sobre sus hombros y ella está sobre mi pecho con los ojos cerrados. Me gusta tenerla tan cerca. 

Marco nos voltea a ver, luego regresa su mirada al frente, donde Raquel y Ares se están besando. 

—Ustedes me hacen sentir solo. —dice cruzándose de brazos y sacando su teléfono de su bolsillo. —Sammy dice que está lista. 

—Pasemos por ella entonces, ¿Gregory?

—Ya se fue con Luis. 

—¿Y las chicas?

—Se fueron con ellos. 

Mi hermano asiente y continua con la mirada fija en el camino. 

Vaya, va a haber mucha gente. No voy a mentir, hubiera preferido quedarme viendo una película con ella que estar aquí con todos ellos. 

Pero Ares estaba tan nervioso por su cita con Raquel que le rogó a Venus para que fuera, ella no quería dejarme de lado nuevamente y así acabe aquí. 

Solo espero que no vaya Bruno. 

¿Quién es Bruno? Un chico alto, rubio, universitario y, lo más importante, estuvo detrás de mi novia desde hace dos años. 

¿Cómo lo sé? Digamos que Ares da muy buenos consejos de espionaje. 

Bruno. Tiene nombre de perro. Ven Bruno, ven, ¿Quieres que te rasque la panza?

—¿De que te ríes? —me pregunta ella abriendo los ojos. 

—Nada importante. 

Venus abre la boca para protestar, pero la cierra cuando ve a su hermana ingresar al auto. 

—¡Hola tortolos! —nos saluda sonriente. —¡Que bueno que ya se amistaron! 

—¿No tienes frío? —le preguntó Venus viendo su ropa. 

—Yo le dije lo mismo. —se unió Marco soltando una risa. 

Nadie te preguntó. 

—Y ya te dije que estoy bien. —responde Sammy frunciendo el ceño. 

—Ya están todos ahí, van a ordenar las bebidas, ¿Qué quieren beber?

Todos van diciendo sus respuestas. Yo, la verdad, no tengo idea. No sé muchas cosas sobre tragos, solo sé que existe el whisky, porque mis hermanos lo toman todo el tiempo.

—¿Tu vas a querer vodka con fanta de naranja, no Vee? —le pregunta Marco a Venus, ella asiente. 

Yo debería saber que trago le gusta tomar. 

¡Basta, Apolo! No seas celoso. 

Vodka con fanta de naranja, apuntado.

—¿Y tu, Apolo?

—Lo mismo. 

Venus me da un beso en la mejilla antes de volver a cerrar los ojos. Sé que solo vino por Ares, pero igual me da pena verla tan cansada y no poder dormir tranquila.