𝐏𝐈𝐍𝐊| Apolo Hidalgo

C.E. Siete

Capítulo especial-Siete (Todo estalla pt.1)

Tiempo: Después del capítulo especial número seis. 

Advertencia: +18. 

Venus. 

Te das cuenta que no estás en una película cuando tus errores te alcanzan, cuando no tienes más remedio que enfrentarlos, por más arrepentimiento que tengas. Creo que por eso me siento culpable: no me arrepiento de nada. 

Mi familia y la de los Hidalgo son socios fingiendo ser amigos, por lo tanto, hacen cenas de vez en cuando para "ponerse al día", aunque lo único que hacen es intentar emparejarme con uno de los hermanos y hablan de lo bueno que sería juntar sus empresas. 

Normalmente, eso no me molesta, porque sé que eso no iba a pasar, o al menos eso pensaba hace un año; mucho antes de dejarme controlar por mis estúpidas hormonas y haberme acostado con Ares mientras Apolo me recogía todos los días de la escuela. 

Además, si le agregamos que ambos saben lo que sucede y que no he hablado con ninguno de los dos desde eso; el único resultado posible es incomodidad total. 

Teniendo en cuenta esto, es incómodo sentarse en una mesa rectangular frente a Apolo y con una silla vacía a mi lado, que supongo que le pertenece a Ares, porque los demás ya se han sentado. 

Las personas de servicio, entre ellas Claudia, hacen acto de presencia junto con los platos con comida gourmet. Agradezco con la cabeza cuando dejan uno frente mío. 

—Provecho. —dice Sofía Hidalgo cuando todos tenemos un plato, sus ojos recorren el asiento vacío a mi lado, después me dedica una sonrisa lo suficientemente falsa. —Perdonen la falta de Ares, de seguro se quedó entrenando hasta tarde. 

Mis padres asienten, con la misma falsedad en el rostro; pero yo sé que en realidad la única razón por la que no está aquí es porque yo sí. 

—No se preocupen, Samantha tampoco ha podido venir. —justifica mamá. 

Clavo mis ojos en el plato y engancho un pedazo de carne con el tenedor antes de metérmelo a la boca; intentando quitarme la imagen de mi hermana con Ares de la cabeza. 

—Tal vez deberías llamarlo. —le dice el señor Hidalgo a Artemis. 

Él está a punto de hacerlo, pero Apolo lo interrumpe. 

—Venus tiene su teléfono, de seguro que a ella sí le contesta a toda prisa. 

Su comentario hace que me atragante estruendosamente, empiezo a toser incomoda por el rastro de comida que hay en mi garganta. 

—Toma, bebe un poco. —me ofrece Claudia con un vaso de agua en la mano, que, hasta el momento, estaba parada a un lado esperando indicaciones de los señores Hidalgo. 

Le hago caso, el rastro desaparece, carraspeo un poco mi garganta y vuelvo ha concentrarme en mi comida. 

—No atiende, como siempre. —dice Artemis, devolviendo el teléfono a su bolsillo; sus ojos se clavan en mí. —Tal vez lo que dijo Apolo no sea tan mala idea, después de todo, ustedes son amigos ¿verdad?

—Aja, amigos. —murmura Apolo entre dientes, con una sonrisa amarga en el rostro. 

Entonces siento todas las miradas sobre mí, intentando descifrar mi reacción después de escuchar eso. 

Inhalo aire y lo suelto fuertemente por la nariz antes de sacar mi celular del bolsillo de mi chaqueta, con los dedos temblando, lo desbloqueo y entro a mis contactos, en busca de su número.