"¡Bienvenidos, niños!" ✔

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--¡Hola! Tú debes ser el chico nuevo, ¿No?

Una muñeca con ropa de bailarina y cabello rosado.... estaba en frente de él. Con vida. Hablando. Y era de su mismo tamaño. Gritó otra vez y sintió que perdería su voz ahogado en el miedo. Se subió encima de la cama, tirando todos los objetos que podía encontrar hacía ella. Cajas musicales, cepillos, maquillaje, mientras la muñeca trataba de atrapar los objets.

--¡Oye! ¡Tranquilo! ¡No quiero hacerte daño- Ay! Okey, eso me dolió-

--La bestia da más miedo, la bestia da más miedo, la bestia da más miedo --Murmuró para sí mismo, mientras arrojaba sus almohadas.

Hasta que oyó el grito de Giséle, tan desesperada y aterrada como él.

--¿Giséle? ¡Gisi! --Corrió hacía la ventana. Giséle estaba temblando, por la otra muñeca que se le acercaba. 

"¿Giséle, eh?"

"¿Este castillo está endemoniado o qué?" pensó. "Hoy voy a tener un infarto"


--Pobrecitos. Sé que no debe ser fácil --Dijo la muñeca, sobresaltándolo una vez más. --Por cierto, soy-

--No estás poseída, ¿Verdad? --Preguntó, asustado, retrocediendo hasta la cama. La muñeca soltó una carcajada.

--¡No tontito! Es una larga historia. Verás-

--¡No te atrevas a decírselo!-- Oyó la voz de otra mujer, probablemente otra muñeca, desde el cuarto de Giséle.

--¿Qué?-- oyó la voz de su hermana. Lo importante es que siguiese viva. Volvió a mirar la muñeca, dando pasos lentos. La expresión de tristeza y vergüenza en esta desapareció cuando este se sentó a su lado.

Garrett tomó aire, tratando de tranquilizarse. --Okey... así que, ¿Cómo te llamas?

--Oh, soy Angeliqué!! --Respondió con una voz melodiosa y cantarina. --Esa en el cuarto de tu hermana es Victorie. Mira, yo solía ser una de las cantantes más amadas de esta área, sin intención de presumir. ¿Quieres comprobarlo? "la la la la la!"

Tenía que admitirlo, tenía una linda voz. --Supongo que eso no lo puede negar pero... 

--Ah, ya sé, me veo sucia, por eso debiste haber gritado, ¿No?

Garrett negó, divertido por la torpeza de Angélique. --Quizás fue por el polvo que te eché. --Se rascó la cabeza, pensando en cómo preguntar lo que tenía en su cabeza sin sonar maleducado. --Oye... ¿Cómo es que están vivas?

--Oh, bueno, este castillo está, verás... encantado --Susurró, emocionada. --Ya dependerá de la ama si les cuenta toda la historia.

Garrett la miró confundido. --¿La ama? --Recordó la primera impresión que había tenido de esta y se negó, sin verla, a escuchar lo que tendría que ser su ama. --No... no creo que este interesada en querer decirnos algo... al menos no algo amable. Es que ella... se ve tan...

Les Rosseau et la Bête (RETELLING) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora