🥀🥀🥀
Garrett y Giséle Rosseau querían algo mágico, no necesariamente un hechizo o una criatura de cuento, solo querían tener su propia historia feliz, como en aquellas historias que tanto amaban. Isabelle fue una hermosa dama, maldecida por su c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🥀🥀🥀🥀🥀🥀
Belle se quedó durmiendo en su habitación. Raphaël había revisado que estuviese bien. No había brote de sangre en ninguna parte, lo cual era un milagro.
--Estará bien... --Murmuró Vincent.
Cuando bajaron las escaleras, encontraron a los dos jóvenes humanos frente a la chimenea y cubiertos con una sabana cada uno, y con una taza de chocolate, y los sirvientes haciéndoles preguntas.
--Sentimos haberlos asustado, mucho, mucho. --Declaró Giséle. --Debieron estar muy preocupados.
--¡Claro que nos lo dieron! Al menos llegaron sanos y salvos. --Exclamó Victorie
Los hermanos casi se sobre saltaron al ver a Rapha y Vincent bajar de reojo. --¿Está bien? --Preguntó el pelinegro.
--Vivirá, claro está, no está brotando sangre, pero tiene muchas heridas y mordidas. --Aclaró Vincent. --Nunca la había visto tan preocupada que hoy, ¿Saben?
--¡Ven! ¡No debieron ir a aquella habitación! --Lamento Raphaël --¡Mírense, y mírenla a ella, ahora!
--¡Raphaël por el amor de Dios! --Exclamó Angélique, molesta. --¡Los chicos ya han tenido suficiente con casi perder la vida como para que ahora los quieras culpar de lo que pasó!
''Aunque tiene razón'' pensó Giséle, jugando con su cabello, algo avergonzada.
--¡Es la verdad, si no hubiesen entrado nos hubiésemos ahorrado todo esto-
--¿Y quién los ahuyentó y trató como si no valieran nada? --Preguntó Chloé sarcásticamente, hasta que fue interrumpida.
--Tiene razón.... --Soltó Garrett.
Silencio.
--Él... tiene razón...
No podían argumentar nada frente a eso. Habían entrado, habían desobedecido... pero eso no le impidió ir a su rescate.
--Fue muy amable... --Admitió Giséle. --Debemos... ayudarla, también.
Helen tenía un instinto que le hacía saber cuando alguien no estaba bien. Los chicos no necesitaban estar más aturdidos, o que les recordasen lo que hicieron. Necesitaban relajarse.
--Descansen, y déjenlos descansar. Lo importante, es que están bien, los tres. Gracias por traerla de vuelta. --Dijo Helen con su voz suave y agradable.
Sí, ella tenía razón. Los hermanos Rosseau ya no tenían ganas de hablar del tema. Uno por uno, la mayoría dejó la sala.
Ninguno de los dos dijo nada por unos instantes. No querían pensar. Llorar. O gritar.
