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Garrett y Giséle Rosseau querían algo mágico, no necesariamente un hechizo o una criatura de cuento, solo querían tener su propia historia feliz, como en aquellas historias que tanto amaban. Isabelle fue una hermosa dama, maldecida por su c...
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Sin ellos estaba feliz. Jonah podía amarla libremente, darle lo que ella quisiese, y no tenía que depender del holgazán de su hijo.
No sabía si ellos iban a regresar, si la bestia iba a echarlos, pero sabía que no iba a dudar en dejarlos por su cuenta una vez que intentasen volver. Era lo que ella había deseado por años, deshacer los dos errores que arruinaron su vida.
Porque con todo, Paulette al menos era honesta consigo misma y sabía que no sabía amar como una madre.
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Estaba frente a las rosas otra vez. Quedaba Invierno. Suspiró.
--Quería agradecerte. --Soltó... como si la hechicera que la maldijo pudiese oírla. --Han pasado 10 años, y recién pude cambiar... --Miró por la ventana, donde estaban los Rosseau leyendo lo que ella asumía, era su historia. --En parte fuiste el empujón.
Suspiró. Sonrió. Se sentía más humana de lo que se sentía hace 10 años. 10 años en... soledad, encerrada, y ahora... ¿Qué había cambiado? Casi nada... solo el como veía a los demás, y a sí misma. Salió de ahí, no sin antes tomar el espejo.
"Si tan solo pudieras dejarme ver a esa mujer que consiguió que sus dos únicos hijos trabajaran en este castillo en vez de su esclavitud, me harías tan feliz".
Hace mucho no veía el rostro de Paulette. No lo había olvidado, pero a la vez, era como si recordase a otra mujer. Encontró a Paulette fumando en su habitación, y con una botella a su lado. Aún no sabía cuándo los Rosseau la visitarían. Pero tampoco es que ellos parecían estar tan mortificados con ello desde Navidad.
A veces sentía la necesidad de ir a donde ellos, volver a recordar todos los momentos que había compartido con ambos hermanos, darles un beso, y decirles todo lo que ellos eran para ella.
Caminaba por los pasillos, aquellos que los Rosseau se habían pasado todo el día limpiando, la razón más obvia de por qué se desvelaban ahora leyendo en la nieve.
