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Garrett y Giséle Rosseau querían algo mágico, no necesariamente un hechizo o una criatura de cuento, solo querían tener su propia historia feliz, como en aquellas historias que tanto amaban. Isabelle fue una hermosa dama, maldecida por su c...
Este capítulo empieza con una frase. "Ser fuerte no es una bendición".
Belle no les dirigió palabra pero, ¿Podían culparla? Solo los llevó al castillo y le pidió a los sirvientes que les diesen chocolate caliente y los dejasen frente a la chimenea unos minutos. Ella posiblemente estaba de luto por su novio, al que había perdido sin haberlo matado.
¿Por qué eran así? Ahora ella debía odiarlos más que nunca. Su capricho la había llevado a casi morir y a matar al que fue el amor de su vida. ¡Posiblemente estaba cantándole Requiem a solas antes de gritarles!
--No saben el gran susto que nos dieron. --Les dijo Raphaël. Eran consientes de que cada sirviente los esperaba en el castillo, desesperados.
--¿Por qué escaparon? --Preguntó Adam, abrazando a Giséle, tratando de comprender. La respuesta fue simple.
--Fuimos malos. Y no lo pensamos bien... perdón. --Respondió la joven, sin poder decir corrido lo que sentía.
---Y ahora Belle debe odiarnos. --Decía Garrett, sonando tan desolado, antes de darle un sorbo a su taza.
Helen se encogió de hombros. --Ay, chicos, no se imaginan lo mucho que se asustó cuando se enteró que se habían ido. Los quiere.
--Fue ella sola a buscarlos. --Agregó Chloé, jugando con su cabello falso.
--¡Pudimos haber muerto los tres! --Al gritarlo, Garrett sintió como se le habría otra herida reciente... lo que Léo y sus hombres les habían hecho. --¡Nos tenían amenazados! Todo por nuestro estúpido capricho! ¡Mató a un hombre, solo por nosotros! ¡Y encima el amor de su vida la intentó matar!
No les sorprendía que Léonard la haya traicionado... más bien, las cicatrices que había puesto en los rostros de los chicos. Cuando solo quedaba angustia, las palabras de aliento no estaban de más. --No están solos... --Dicho esto por Victorie, ambas los abrazaron del cuello.
--Merci. --Musitó el mayor.
"¡GARRETT Y GISÉLE ROSSEAU! ¡A MI HABITACIÓN, AHORA!"
No podían decir que no se asustaron ni temblaron al oír eso. No podían decir que no les aterraba subir. Belle sonaba tan furiosa como nunca había estado, ni siquiera el día anterior. Giséle trago saliva, sabiendo que no tenían opción. Garrett apretó la mandíbula.
--Valor. --Murmuró Chloé, dándoles su apoyo, al igual que todos alrededor, Adam, Helen, Raphaël... estaban ahí para ellos.
--Valor. --Repitió Garrett, antes de subir junto a su hermana.
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