''¡Te odiamos!''✔

114 7 96
                                    

🥀🥀🥀🥀🥀🥀

Por alguna razón, Belle los había llamado... a la Habitación del Cerrojo Dorado. Tenían muchas preguntas y todas giraban alrededor de la decisión de Belle al hacer la reunión en ese lugar. No se habían hablado uno al otro desde aquella pequeña discusión que tuvieron, lo cual empeoraba el tema.

--¿Quién tocará? --Preguntó Giséle cuando estuvieron frente  a esa puerta. Aquella que les había metido en problemas, y aquella que le había dado los conceptos del castillo que nadie quería dar a conocerles.

Nunca pensaron tener el permiso para volver. Garrett agarró su brazo izquierdo, el que Belle había rasguñado cuando este intentó salvar a su hermana. Él abrió la puerta, porque la última vez había sido su hermana la primera en tocar el cerrojo dorado.

Ahí los esperaba Belle, con un rostro severo, como nunca lo habían visto. Y ahí estaban, preguntándose qué habían hecho mal esta vez.

--Vengan. --Pidió Belle, como si fuese lo más vital para ella. Estuvieron inmóviles al principio, dudosos de sus intenciones, como si la desconocieran otra vez y volviese a ser la cruel ama que era alguien fría y agresiva. --Dije que vengan. --Repitió, esta vez más molesta. Se vieron obligados a acercarse.

--¿Qué quieres? --Preguntó el mayor.

--Que me hablen de su madre. --Espetó. Un buen comienzo, pensaron. --Cuéntenme más de ella, y con la verdad.

Giséle inhaló aire, no podía creer que Belle aún seguía en ese tema. --¿Qué más necesitas saber?

--No sé, ¿Los trata bien? --La niña menor entrecerró los ojos y después, apartó la mirada. 

--¿Por qué quieres saber?

Belle pudo haber gritado, pero no tenía nada. Se acercó bruscamente a Garrett y tomó su brazo, aunque este trató de soltarse del agarre. Sus ojos quedaron petrificados al ver la herida en vida propia. 

--¡Belle, déjame! --Gritó el chico, aterrado. Ya, había estado, Belle lo había visto. --Bueno... ¿Feliz? --Preguntó, muy grosero.

Belle y Giséle estuvieron ojo contra ojo, como si fuesen las peores brujas malvadas, aunque nadie podía serlo. Belle nunca había visto de esa forma a la joven Giséle. --Lo hizo su madre, ¿No?

--¡No! --Se defendió Garrett. --Fue un accidente, ¡No es para-

--¡Deja de mentir! --Rugió el monstruo, sabiendo lo que Garrett solía hacer cuando mentía, cada pequeño detalle en sus manos y labios.

Hubo un momento de silencio. Era como si Belle se preocupase, pero no entendiese por lo que pasaban. De alguna manera, lo había averiguado, se había asegurado de que ya no pueden jugar a ser los chicos sin problemas.

--Aún así la querían ver. Les di mi oferta de verla-

--No la veíamos en mucho tiempo. --La enfrentó Garrett. --Dieu, aún no sabemos cómo ha estado en meses. ¡Podría estar muerta!

--¿La mujer que te pega cada día que vienes con poco dinero? ¿La mujer que muestra una negligencia brutal a la hermana que juras y dices proteger? --Gruñó Belle. --Cuando les ofrecí verla, no lo dudaron ni un segundo. 

Les Rosseau et la Bête (RETELLING) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora