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Garrett y Giséle Rosseau querían algo mágico, no necesariamente un hechizo o una criatura de cuento, solo querían tener su propia historia feliz, como en aquellas historias que tanto amaban. Isabelle fue una hermosa dama, maldecida por su c...
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--Garrett, no haz dejado aquellas rosas tranquilas. --Decía Angélique. Era verdad, Garrett había recolectado varias rosas del patio, y ahora les estaba sacando los pétalos uno por uno.
"Confían en nosotros, no confían en nosotros..." fue mascullando el joven, haciendo caso omiso a la muñeca. Angélique estaba extrañada.
Pero no sabía, que Garrett solo pensaba en una cosa, el hechizo que rodeaba al castillo, a sus sirvientes, a Belle. En el momento, era difícil pensar que Angélique, Victorie, Helene, Chloé, Adam, Thomas, todos ellos fueron humanos alguna vez. Belle, una vez, fue humana.
--¿Hola? --Intentó llamar la atención del joven, si pudiese chasquear los dedos, lo haría, se dijo. Garrett apenas ahí se dio cuenta de que Angélique estaba llamándolo.
--Oh, perdón. --Dijo. --Estoy.... --Intentó pensar en una pregunta para sacarle un tema. --Angélique, una pregunta.
--¡Lo hubieses dicho! --Exclamó la muñeca, sentándose al lado de Garrett, más feliz por el hecho de que el joven no estaba del todo en las nubes.
El pelinegro suspiró, y pensó en la pregunta ante todo. Y la respuesta que explicaba por qué no hablaban de ello. --¿Cómo era su vida antes de nosotros? Tipo, su amistad con Belle.... su infancia...
Angélique sonrió tristemente. --Éramos menos felices. --Soltó. Recordó todo lo que habían pasado, los golpes, la... el embarazo de Helen... --Antes de Belle, estaba su padre, y era un hombre muy malo, que... --Se detuvo. --Hacía cosas que no se debían hacer.
Garrett solo asentía, escuchaba, y veía a Angélique, su burbujeante compañera de cuarto, como nunca la había visto antes. Como si ella tuviese un nudo en la garganta. Ni siquiera preguntó qué cosas hacía el padre de Belle.
--Él fue el padre de Chloé, también. --Relató la muñeca. Quizás, no debió. Garrett ya lo había escuchado, pero sonaba más desgarrador si lo decía Angélique. Una idea de quién era el tal padre de Belle.
--¿Era un monstruo? --Preguntó Garrett, manteniendo la idea de qué no sabía nada de aquella maldición. Angélique asintió. Pero el joven sabía que si bien fue un ser humano fatal, según todos decían, no era una bestia de apariencia como Belle lo era ahora.
--Solos queríamos ser suficiente para él, pero nunca lo fuimos. --Dijo Angélique, al recordar el día en el que Belle les dio la espalda. --Belle también quería ser suficiente para él.
Eso lo hizo pensar, desde el momento en el que conoció a Belle, hasta ahora. Y más aún sabiendo lo que ahora sabían.
Garrett nunca había pensado en lo mucho que Belle estaba tratando de redimirse de sus conductas pasadas hasta ese momento. O más bien, era bien sabido que estaba cambiando, pero no había pensado en el hecho de que también lo hacía por ella misma, y no los demás solamente. No sabía muy bien como explicárselo.
