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Garrett y Giséle Rosseau querían algo mágico, no necesariamente un hechizo o una criatura de cuento, solo querían tener su propia historia feliz, como en aquellas historias que tanto amaban. Isabelle fue una hermosa dama, maldecida por su c...
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--¿Cómo empezaron a discutir? --Le preguntaba Chloé, cuando Belle pudo estar lista para hablar, cuando estaban solamente ellas dos en su habitación.
--Vic y Angie vieron un moretón en el brazo de Garrett. Debía llevar meses. Los llamé, y no querían ser sinceros conmigo, y empezamos a indagar en nuestras cicatrices familiares más oscuras... --Jadeó, recordando el momento tal cual una serie de imágenes. --Giséle me dijo algo hiriente, y yo la golpeé...
A veces las personas tienen mucho que gritar. Las personas como Chloé, que no debieron existir pero aún así fueron amadas, lo sabían bien. Chloé nunca hubiese sido la que era si en algún momento le hubiesen dicho que no debía nacer.
--¿Qué te dijo?
--Tu madre no era un monstruo con pura falsedad tras de ella...Pero lamentablemente sí tuvo a una hija que se convirtió en uno. Tenía razón, pero mira cómo la dejé. --No había sabido de ellos en una hora, no loa había visto, no había hablado con ellos, y no iban a querer hablar, porque los conocía. Y lo que le dolía, es que ahora más lo necesitaban. --Chloé, son como mis hijos, no pude haberles pegado, no pude haberles hecho daño. ¡Debiste ver a Giséle, la pobre, dijo que me odiaba!
Chloé aún no tenía nada que decir para aliviar el dolor.
--Digo, ¿Por qué te preocupas? ¡Me odiabas, y tenías toda la razón en hacerlo! --Gritó, sacando todas las incertidumbres que guardaba desde que hizo las "paces" con Chloé. --¡Sabías que yo no me podía controlar! ¡Debiste saber también que antes ellos me tenían pavor! ¿Por qué estás de mi lado y no del de ellos?
Quién decía que los objetos no sentían no había visto a Chloé. Belle siempre los había visto como puros sirvientes, puros objetos que le debían servir, tal como su padre. No podía asegurar que no pudiese hacer cosas tan malas como él, y por eso la odio toda una vida. Nunca pensó ver humanidad en ella.
--Rompí lo mejor que tengo... --Lamentaba la criatura de ojos humanos. --Dije demasiado como para conservarlo. Y nunca encontraré algo tan bueno como su amistad... y no puedo saberlo incluso si lo intento.
En el lado donde habían perdido y tenido... ¿Sería suficiente? ¿Seguirían preguntándose?
Una parte de ella siempre había tenido que perder cuando le tocaba tomar una decisión. Incluso si se siente bien o mal, siempre se preguntaba e qué lado debía estar. Pero por primera vez, ya no estaba simplemente preguntándose.
--Solo la muerte dice que ya es demasiado tarde. --Susurró antes de besar a su hermana, la bestia. --Sabes... solía odiarte por lo que aún no veía... por lo que podías ser. --Se acurrucó a su lado. --Pero estos meses, fui entendiendo... que tú también podías verlo. No eres un monstruo, porque tienes un corazón.
