El día que se vio aquella cicatriz ✔

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El joven pelinegro encontró a su hermana limpiando la habitación 187, la más cercana a sus habitaciones. Estaba tan concentrada que le dio algo de pena distraerla. --Gisy. 

Ella levantó la cabeza para verlo. --¿Garrett?

--Lo primero es que deberíamos estar limpiando la habitación 212. --Rió, rascándose la cabeza. 

--Intercambié cuartos con los Isabey, no quería limpiar la habitación de Belle otra vez. --Bromeó. --Siempre pasan cosas malas ahí. 

--No es nuestra culpa que sea un cuarto interesante. --Siguió su hermano. --¿Qué soñaste?

La pregunta sorprendió a la menor. Había recordado que su sueño eran cosas de su pasado que no podía olvidar, como si tratasen de decirle algo, pero en sus recuerdos no había nada más allá. 

--¿Por qué preguntas? --Preguntó. Garrett se relamió los labios, con dudas.

--Soñé que compartíamos un sueño. --Aseguró. --Nos querían decir algo, pero...

--Nos hicieron olvidar... --Terminó su hermana por él. Esta se fijó en el brazo derecho de Garrett, el cual él nunca había dejado que alguien del castillo lo viese. Su brazo que detrás de las mangas, ocultaba sus cicatrices. Estaba muy avergonzado de aquella vez que perdió su trabajo, por ladrón, y su madre le había arrojado la botella.

--Sí, recordé ese día en la noche. --Garrett se dio cuenta de que su hermana tenía los ojos en la cicatriz que se podía ver, sin querer. --Sabes... al menos no fuiste tú. 

--¡Pero fuiste tú! --Gritó su hermana. No creyó haberle gritado a su hermano, con el mismo tono de voz con el que su madre le gritaba. Él tenía el mismo rostro que ella veía cuando su madre era hostil con él. 

Garrett le dio un abrazo. Sabía que Giséle estaba confundida con lo que debían hacer o no, tampoco sabían si debían decir lo que les pasaba o si debían dar segundas oportunidades, ¿Por qué el no ser niños era tan complicado?

Angélique y Victorie escucharon la conversación. Victorie fue la primera en aventurarse a la habitación 187, encontrando a los dos hermanos Rosseau. Nunca pensó ver esas heridas en el brazo de Garrett. 

--¿Chicos?

Ambos gritaron, pensando, fuera de sí, que era Belle. Se aliviaron al ver que era una de sus compañeras.

--Oh, Victorie. --Garrett pensó rápido una forma barata de disimular su creencia breve de que habían sido atrapados por Belle... en lo que fuera. --¡Eres tú!

Angélique se asomó por el cuarto, con curiosidad. Estuvo perpleja al ver lo mismo que Victorie. 

--Garrett... --La muñeca apuntó al brazo, aunque para Victorie no fue algo de mucha educación. El joven se dio cuenta de que no la había ocultado, bajó la manga y actuó como si nada estuviese pasando. 

--¿Qué hacen aquí? --Preguntó la pelirroja, desafiante. 

--Se levantaron y se fueron a limpiar muy temprano. --Victorie entró lentamente a la habitación. --Nos preocupamos un poco.

Después de un silencio, ambos hermanos empezaron a reír, de una manera un tanto falsa, rara e inquietante. Desapareció después de unos instantes, y volvieron a limpiar, tal cual las muñecas no estuviesen ahí. 

Les Rosseau et la Bête (RETELLING) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora