"Si haz de entender" (Maratón 1/4) ✔

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--Me alegra que al fin te hayas animado a comer algo. --Decía Raphaël, mientras él y Helen acompañaban a Belle. Estar al lado de Belle era algo a lo que se habían acostumbrado con el tiempo, algo que evitaban que les incomodase. La perrita del castillo, Linda, iba felizmente dirigiéndolos hacia la habitación de la ama, como si quisiese que viesen algo. La siguieron cuando la perra empezó a dar vueltas alrededor de ellos.

--Ya vamos, Linda... estaba algo hambrienta. --Respondió Belle a los sirvientes. --¿Los Rosseau están en mi cuarto?

Ustedes dos saben más que nadie que no son confiables estando solos en mi cuarto, pensó Belle, van a curiosear todo.

--¡Deben estar haciendo un buen trabajo. --Le dijo Helen, abriendo la puerta. --Tú sabes que los Rosseau son responsables-

--Delicados --Añadió Raphaël. --Y sobre todo, desde aquel... incidente --Rio, antes de carraspear --obedientes.....

Belle sabía que ella misma conocía a los dos chicos más que nadie. Lo primero que encontraron en su cuarto, fue a Garrett recogiendo varias cartas, y Giséle lidiando con Lucifer y sus crías, quienes no dejaban de rasguñar las paredes y cortinas. Los hermanos se pararon en seco cuando vieron a la ama. 


Lucifer y sus crías salieron de ahí, saltando rápidamente. Garrett recogió las cartas rápidamente, esperando que Belle no supiese el por qué estaban todas dispersas en el suelo, mientras su hermana trataba de limpiarse del polvo. 

--Aún no terminamos de limpiar su habitación. --Se excusó Giséle, escondiendo las cartas. Belle gruñó por lo bajo.

--¡Niños! --Exclamó Raphaël, disimulando. --¿Qué están haciendo? --Murmuró, procurando que Belle no lo oyese, mientras recogía aquellas cartas. Eran aquellas que le habían escrito a Belle hace mucho tiempo.

Helen rio nerviosa. Vio las cartas en el suelo. Esas letras eran bastante familiares para ella. Cuando entre tanto dolor, aún las pudo enviar, gracias a las constantes visitas de Vincent a aquella torre.

Belle vio la incomodidad en los dos que más sufrieron por su traición. --Allamand, Isabey, fuera. --Ordenó, casi cortante, pero con buena intención. Tenía varias cosas que hablar ella con los Rosseau.

Ambos sirvientes dejaron la habitación, sin saber qué sentir, al saber que los Rosseau habían encontrado parte de su pasado. Antes de que Belle cerrase la puerta, la perra de Linda ladró alegremente, como si el llevar a los dos hermanos a un problema más grande del que ya tenían fuese su objetivo de vivir. Garrett gruñó al verla salir, aunque el enojo de ambos con la perra se convirtió en nervios cuando Belle carraspeó para interrogarlos.

--¿Qué estaban haciendo ustedes aquí? --Les preguntó, algo molesta.

--Limpiando, cuando-

--No, Garrett, no solo estaban limpiando. --Belle tomó las cartas de su escritorio. --Esto estaba fuera de lugar.

--Fue Lucifer, esa gata...

Belle arqueó la ceja. --Giséle, solo di la verdad

Vaya ironía que lo digas tú, pensó Garrett, si sabemos tu historia completa de boca de la sirvienta que no te soporta. 

Les Rosseau et la Bête (RETELLING) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora