''No... no sé leer'' ✔

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Primavera había acabado, la rosa de la primavera restante había caído, y los días seguían pasando. Los Rosseau seguían cumpliendo sus labores, al igual que cuidaban de la biblioteca. Durante las primeras horas de las noches, se les podía oír riendo por sus historias. 


Belle se encontraba esa noche frente a las 3 rosas que quedaban. Verano había comenzado. Otoño e Invierno vendrían y se irían, tan pronto como todas esas rosas se fueron. Ver esas rosas era lo que más la amargaba, lo que le daba más rabia, tristeza. 

--Espero que estés feliz --Espetó, con odio. Pero sabía que nadie la escucharía, no la persona, o la entidad que ella quería que la escuchase. --¡Ya no seré humana a este punto! --Exclamó. Ni siquiera entendía qué pretendía hacer al decir eso. No iba a cambiar nada. 


No quería seguir viendo esas rosas. Salió de ahí, y cerró la infame habitación con llave, y deambuló por los pasillos del castillo. Era fácil decir que estaba cambiando. Era aún más fácil decir que sonreír era fácil, también. ¿Tan asustada estaba de volver atrás? Si el hechizo aún le dolía, le traía recuerdos, furor, murria...

Se detuvo al ver un lazo rosado. Era pequeño, el mismo lazo con el que había visto a Giséle en el día. Lo tomó, estaba cerca de la escalera que llevaba a la biblioteca otra vez se le había caído sin darse cuenta.

--Ay, niña... --Suspiró, sonriendo un poco, mientras bajaba las escaleras.

''Érase una vez un caballero que se casó, por segunda esposa, con la mujer más orgullosa y altanera que jamás se haya visto

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''Érase una vez un caballero que se casó, por segunda esposa, con la mujer más orgullosa y altanera que jamás se haya visto. Ella tenía, de un ex marido, dos hijas propias, que eran, de hecho, exactamente como ella en todas las cosas. Tenía también, de otra mujer, una hija joven, pero de una bondad y una dulzura de temperamento sin igual, que ella tomó de su madre, que era la mejor criatura del mundo''

La biblioteca no tenía llave, así que asumió que los Rosseau estaban ahí. Tan grande y limpia como se puede encontrar, oyó la voz de Garrett narrando una historia, un tanto familiar para ella. Siguió, con curiosidad, su voz, lo cual la llevó a lo que parecía una tienda de campaña, pero con una sabana. Oyó la dulce risa de Giséle, lo cual le hizo saber que ella estaba ahí también con su hermano. 

Les Rosseau et la Bête (RETELLING) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora