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Garrett y Giséle Rosseau querían algo mágico, no necesariamente un hechizo o una criatura de cuento, solo querían tener su propia historia feliz, como en aquellas historias que tanto amaban. Isabelle fue una hermosa dama, maldecida por su c...
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--Un regalo para los Rosseau... --Se repitió Helen, sonriendo. --Así que... ¿Necesitan un retoque para la biblioteca?
--Oh, sí, un super retoque para este lugar. --Exclamó Angélique, abriendo la biblioteca. Victorie y Belle que se habían quedado para limpiar un poco de polvo la noche anterior para que el trabajo no fuese tan duro para el resto.
--Bueno... creo que sé quiénes pueden ayudar. --Murmuró Helen para sí. --¡Dani, Chloé, Adam!
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Belle solía esconderse detrás de las puertas de la biblioteca mientras Helen, sus hijos, y Danielle organizaban la biblioteca. Victorie y ella no se atrevían a decir que se habían quedado para limpiar un poco de polvo la noche anterior para que el trabajo no fuese tan duro para el resto. Es que... era tan nostálgico para ella.
''Ojalá les gusté. Ayer ellos nos estuvieron leyendo un libro de cuentos'' oyó decir a Adam.
''Al menos tendrá un uso útil'' decía Chloé, sonriendo, Belle lo adivinó por su voz. Al menos decía algo que no era en su contra.
Caminó por los pasillos del castillo. Al menos sabía que estaba haciendo algo bien después de todo.
Miró por la ventana. Uno de esos días que tanto añoraba. Pudo oír risas, muy familiares, desde ahí.
''Bueno, al menos sé dónde están...'' se dijo la bestia
--¡Solo sigue!-- oyó decir a la niña, sonriente. Se acercó un poco más a la ventana. Estaban sentados en un banco, bien abrigados, leyendo un tal cuento ''Les Fées''
''¡Okey, okey! Ejem... A la fuente fuese, pero murmurando durante todo el camino. Llevose la más hermosa jarra de plata que había en la casa, y en cuanto llegó a la fuente vio salir del bosque una dama magníficamente vestida que le pidió de beber. Era la misma hada que se había aparecido a su hermana, pero esta vez se presentaba con las maneras y vestidos de una princesa, por ver hasta dónde llegaba la maldad de la joven.
