Compañía silenciosa

Último año

Último año. Esas dos palabras provocaban distintas reacciones a lo largo de las mesas del gran comedor. Todo aquel de séptimo año tenía emociones encontradas. Algunos estaban felices de graduarse y poder dedicarse a sus sueños. Otros tantos están nerviosos y estresados por presentar los E.X.T.A.S.I.S. Y los que esperaban disfrutar el año junto a sus amigos.

Lo que sí comparten todos los alumnos y no solo los de séptimo año es la angustia. El rumor de un mago oscuro y sus ideales se había extendido en los últimos meses. Y las desapariciones de magos de descendencia muggle era una alerta. Claro que esperaban que pronto todo acabara y solo quedara un mal recuerdo.

Sin embargo Dumbledore no compartía este último pensamiento, él estaba seguro de que habría una guerra, tal vez no estaba cerca aun, pero sucedería. Y algunos de sus alumnos podrían no sobrevivir. Buscaba la forma de estar un paso adelante de Voldemort.

—Antes de comenzar con el grandioso banquete que los elfos nos tienen preparados quisiera hacer unos anuncios. Los de primer año deben tener en cuenta que los bosques del área del castillo están prohibidos para todos los alumnos. El señor Filch, nuestro celador, me ha pedido que les recuerde que no deben hacer magia en los recreos ni en los pasillos. Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso. Y Madame Pomfrey me ha dicho que les advierte lo peligroso que puede ser el sauce boxeador, por lo que ningún alumno debe acercarse.— Con ello, Dumbledore dio inicio a la cena.

—¿Por qué advierten acerca del sauce?—

—No te enteraste Cornamenta, varios alumnos durante el año pasado creyeron que sería divertido ver que tan peligroso era el sauce y terminaron gravemente golpeados. Al parecer la profesora McGonagall los salvó.— Alya se encontraba con todos sus amigos en el gran comedor. Esperando que se les permitiera ir a sus habitaciones. Tenía que saber que habían hecho las semanas en las que ella no estuvo.

Cuando fue hora de irse del comedor ella y Remus esperaron que nadie de primer año se hubiera quedado. Como prefectos de séptimo año no tenían que guiar a los nuevos y tampoco tenían que explicarles a los nuevos prefectos como funcionaba todo. Eso era ahora trabajo de los prefectos de sexto año, ellos tenían que encargarse de revisar que estos cumplieran sus obligaciones sin errores.

Al llegar a su sala común revisaron los horarios de las rondas y se reunieron con sus amigos.

—Yo creo que es una tontería.—

—¿Qué ocurre Canuto? Alguna chica te rechazó.—

—No Serpentis. Estábamos hablando del baile que tenemos al finalizar el año.— Alya no había pensado en el baile de graduación. Era una pequeña tradición hacer un baile para los de séptimo año.

—¿Y por qué te molesta? Solo es un baile.—

—Porque tengo que pensar a qué chica quiero llevar y cualquier chica que elija va a creer que quiero algo con ella. No quiero ese drama en mi vida.— Las dos chicas presentes rodaron los ojos. En ocasiones el Black era demasiado engreído.

—Me arrepiento de haber preguntado.—

—Pues yo creo que lo que dices Sirius es algo absurdo. Las chicas no nos ilusionamos tan rápido, lo mas importante en una pareja para un baile así, es alguien con quien te diviertas y puedas disfrutar.— Lily tenía un gran razonamiento, pero Alya no pudo evitar pensar que esperaba que Snape la invitara al baile y no solo porque se lo pasaría bien con ella.

—Entonces aceptarías venir conmigo al baile Lily, nos la pasamos bien juntos.—

—Aún falta demasiado como para elegir una pareja James.— Todos rieron ante el absurdo intento de su amigo.