Embarazo

1.4K 130 3
                                    

Remus y Lily llegaron lo más pronto que pudieron, la carta que recibieron no era muy específica. Solo decía que tenían que llegar con urgencia a la casa Prince.

—¡No lo sé! ¡Quisiera saber que vamos a hacer, pero no tengo ni una mínima idea!— Los gritos de Snape hicieron que los amigos corrieran hacia donde se escuchaban los gritos. Severus no era una persona que gritara, muy pocas veces alzaba la voz. Así que escuchar sus gritos quería decir que la situación era muy delicada.

—¡Esto es un completo desastre! ¡Tenemos que pensar que vamos a hacer!— Alya también gritaba, parecía que la situación se les había salido de las manos.

—¡¿Qué está pasando?!— Lily había imaginado mil escenarios de cómo encontraría a sus amigos, pero nunca creyó que solo encontraría que estarían uno frente al otro.

El matrimonio Snape volteo a ver a sus amigos, debido a sus gritos no habían escuchado cuando habían llegado. Habían pasado la última hora gritando, el pánico se había apoderado de ello. La situación en el mundo mágico y su mala experiencia con sus padres empeoraron aún más la situación.

—¡Vamos a ser padres!— Remus y Lily no esperaban esa respuesta y mucho menos de esa forma. Así que después del shock inicial comenzaron a reírse. Tal vez para muchos esa no hubiera sido una situación cómica, pero ver a la pareja de esa forma era muy divertido.

—¡No es gracioso! ¡Estoy embarazada!— Alya estaba muy ofendida por la reacción de sus amigos, era una situación muy complicada.

—¡Deberían escucharnos! ¡Alya tiene dos semanas de embarazo!— Snape no entendía porque Lupin y Lily se reían de ellos.

—Tranquilos, dejen de gritar y bajemos a la sala. Ahí podremos platicar tranquilos y Lily hará un poco de té.— El licántropo hablaba con voz calmada, tenía que poner en orden la situación.

Severus y Alya estaban agarrados de la mano, dándose apoyo mutuamente. Al fin se habían calmado y esperaban que Lily llegara con el té.

—¿Hace cuanto lo saben?—

—Unas horas, en cuanto la situación se nos salió de las manos les enviamos los pergaminos.—

—¿Y no están felices por la noticia?— Lily comprendía que la situación en el mundo mágico no era la más óptima, pero un embarazo siempre era una buena noticia.

—Claro que estamos felices. ¿Pero acaso nos ves como buenos padres?— Snape no hablaba y su rostro volvía a mostrar la indiferencia de siempre, Alya se había calmado y trataba de mantener una conversación con sus amigos sin gritar.

—¿Por qué no lo serían?—

—Ambos saben de la situación en mi familia, no sé cómo se supone que se debe criar a un niño.—

—Yo no estoy dispuesto a hablar de mi infancia, solo diré que no tuve un buen ejemplo de padre.—

—¿Es por eso que estaban así?— Remus tenía una excelente relación con sus padres, pero estaba al tanto de la situación de Alya con los suyos.

—¿Crees que tengo instinto materno Remus? Yo no lo creo, mi madre es un ser horrible, nunca me mostró el cariño que se supone le debes dar a un hijo.—

—Alya, no importa como hayan sido tus padres, estoy seguro que serás una magnífica madre y le darás todo tu amor a tu hijo.— Remus se había acercado a su amiga y le había tomado las manos, tratando de transmitirle toda la confianza que tenía en ella. Mientras tanto Snape se había levantado, dándoles espacio a los amigos.

—Serás un excelente padre Severus.— Lily sabía que su amiga estaría en buenas manos con Remus, así que se había acercado a hablar con Snape.

Compañía silenciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora