Discusión

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—¿Cómo estás Lily?— Alya esperaba que su amiga no estuviera enojada. Ninguno había pensado que la pelirroja podía llegar a ser víctima de una poción de amor.

—No estoy enojada Alya, no tienes que preocuparte.— Las chicas bajaron a la sala común encontrándose con 4 Gryffindors esperándolas.

—¿Entonces cariño, que tal beso?— Sirius había abrazado a Lily por los hombros adoptando su actitud de galán.

—Deja en paz a mi novia Canuto.— James le quitó el brazo a Sirius y atrajo a la pelirroja hacia él.

—Solo era una pregunta Cornamenta. Tal vez Lily descubrió que besó mejor que tu.— Al ver la cara de Lily ambos amigos se echaron a reír.

—¡No es divertido!—

—Perdón pelirroja, era inevitable no hacerlo.— Sirius le dedicó una amistosa sonrisa a Evans y bajaron al gran comedor.

Después de un desayuno lleno de conversaciones sin sentido los chicos se dirigieron a sus clases. En cada clase James y Lily se sentaban juntos y Alya no podía evitar pensar por que ella no podía hacer lo mismo con Snape.

Si los chicos tanto decían que eran como familia, porque no podían aceptar su relación con Severus. Para cuando terminó el día escolar Alya le había escrito una nota bastante confusa al Slytherin.

Severus.

Estoy harta de esta situación, te veo en la torre de Astronomía a las 8. No te preocupes por que nos atrapen, se supone que a esa hora es mi ronda.

Atte. Alya.

Así que a las 8 en punto un muy confundido Severus estaba en la torre de Astronomía. Alya se encontraba sentada observando el cielo.

—¿Qué pasa?—

—¿Estás dispuesto a asumir las consecuencias de hacer nuestra relación pública?— Snape se sentó junto a la ahora peli rosa.

—Si. ¿Por qué lo preguntas?—

—Estoy harta de tener que ocultarlo. Si los chicos no lo aceptan es porque no son los amigos que creí.—

—¿Ya lo pensaste bien Alya?—

—Lo he pensado demasiado Severus, no quiero seguir escondiéndonos.—

—¿Y cual es el plan?—

—Ninguno. Solo nos sentaremos juntos, tendrás que acostumbrarte que al caminar te tome del brazo o de la mano. Y podemos estudiar en donde queramos.—

—Eso puede terminar muy mal Alya.— Snape ya tenía miles de situaciones en su cabeza donde el no plan de Alya resultaba en problemas.

—¿Puedes apoyarme? Yo podré resolver los problemas con los chicos.—

Snape asintió y se acercó a la joven Black, dejando que ella pudiera recargar su cabeza en su hombro.

A la mañana siguiente Alya no podía con los nervios. Se arregló y bajó al gran comedor con sus amigos. Al entrar un aún más nervioso Slytherin la esperaba, le entregó una rosa con una nota y se fue a sentar a su mesa. Quería darle su apoyo a la Gryffindor y hacer que por lo menos, durante unos segundos, su día no estuviera lleno de discusiones.

Al llegar a la mesa de Gryffindor la joven Black leyó la nota antes de que sus amigos empezaran con su interrogatorio.

Alya.

Me imagino que estas muy nerviosa. No te preocupes, estaré junto a ti en todo momento que pueda. Además puedo asegurarte que Lupin estará de tu lado.

Compañía silenciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora