Fachada

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—¿Qué es lo que ocurre?— James, Sirius y Lily no entendían porque Remus y Alya parecían discutir con las miradas mientras esperaban que Dumbledore llegará.

La pelirosa estaba enojada, Lupin debería apoyarla en la decisión al igual que Severus, pero ambos se habían negado y ahora el licántropo le repetía que no intentara convencer a Dumbledore sobre su idea.

—No importa, ¿han visto a Peter?—

—No, ya sabes que desde que salimos de Hogwarts lo vemos poco.—

—Tal parece que su familia tenía algunos problemas.—

Alya solo asintió con la cabeza, si quería que ese día le informaran a los chicos que Snape era un espía tenían que estar todos.

—Lamento llegar tarde, algunos de primero aún se están acostumbrando.— Albus siempre mostraba una sonrisa a pesar de las circunstancias.

—No hay problema.— James siempre tomaba la palabra cuando los merodeadores estaban en una reunión con la orden, era como si él los representara y aunque a Alya no le importaba en ese momento sabía que era algo ridículo que todos se pusieran detrás de Potter.

—Bien.— Durante las siguientes par de horas los chicos escucharon el progreso del resto de la orden, al parecer Voldemort no había sido visto desde la última misión.

—Dumbledore, ¿podemos hablar?— Alya solo quería saber si Albus estaría dispuesto a hablar con Snape para que revelaran su papel como espía; pero antes de que la chica se pudiera acercarse al mago un licántropo la tomó del brazo.

—No hagas esto Serpentis.—

—Solo quiero saber la opinión de Dumbledore.—

—¿Qué ocurre?— Albus se había acercado a ver la pequeña discusión que tenían los amigos.

—Tenemos que hablar en privado.— La ahora señora Snape acompañó a Dumbledore al estudio donde usó un hechizo de silencio, necesitaba ser muy precavida con el tema.

—Sabes que no es una buena idea revelar la información que quieres.—

—¿Cómo sabe que es lo que quiero?—

—Él me lo dijo, sabía que intentarías que yo lo convenciera.—

—Es injusto.— Tal vez Alya ya se había graduado de Hogwarts, pero en ese momento sus actitudes iban de acuerdo a su edad. La madurez que había ganado con la guerra desapareció y Albus solo pudo sonreír ante aquello.

—¿Qué ocurre?— Tal vez el mago le había lanzado algún hechizo o simplemente todo la había superado, en este instante no importó, comenzó a contarle todo.

—Cuando Harry cumplió un año sentí envidia. Estaba feliz po— Alya no había hablado con nadie sobre ese tema, pero sentía tanta envidia de no poder estar con su esposo como lo estaba Lily. —Quiero poder estar con él sin tener que escondernos, ver como juega con Dalim y escuchar su sarcasmo cuando Sirius o James hagan algo que él crea incorrecto.—

—El sacrificio que hacen es muy grande, pero también es muy importante.—

—Sirius le regaló una escoba a Dalim y lo único que pude pensar es cuánto deseaba que mi esposo, el padre de mi hijo estuviera ahí.—

—Él entiende las circunstancias.—

—Solo quiero que mis amigos entiendan lo que siento, no quiero contárselo a todo el mundo solo a mis amigos.—

—Su vida estaría en peligro, es importante que pocas personas sepan de él.—

—Su vida siempre está en peligro. Solo quiero que disfrute los pocos momentos que tiene junto a nosotros sin pensar en lo que los chicos piensan.—Dumbledore sabía que no cambiaría la opinión de la chica, así que solo había una forma de solucionar el problema.

Compañía silenciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora