Capítulo 57:Preparativos de guerra (parte 3)

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-¡Es una completa locura, un suicidio!-gritaba Rafael con toda la fuerza de sus pulmones.

-¡Sería una locura mayor ignorar una oportunidad de resolver esta situación sin malgastar la vida de nadie!-le respondió Fiie.

La noticia de que Drosper había propuesto una negociación corrió como la pólvora hasta llegar a la sala de estrategia donde se encontraban los comandantes y la princesa quien, pesar de las indicaciones de todos, insistía en reunirse con el lord Fauces.

-¡No podéis exponeros de esta manera!-insistió el jefe del servicio-¡Sois el futuro de la familia real, la única que puede continuar vuestro linaje!

-¡Soy algo más que un eslabón en la cadena de los Bástorel! ¡Puedo hacer más cosas que tan solo traer al mundo a un heredero!

-Eso nadie lo ha puesto en duda, alteza.

Quien acababa de hablar era Mortis. El mago había pasado todo ese tiempo encerrado en su estudio meditando y preparándose para el descomunal esfuerzo que debería llevar a cabo, tan solo dejándose ver ahora que el tiempo se había acabado. El mago iba acompañado por el propio rey, pálido y con su usual aspecto enfermizo.

-Padre ¿Qué hacéis levantado?-preguntó Fiie, caminando velozmente hacia él.

-La batalla no me encontrará postrado en mi lecho-dijo Muelric, conteniendo las ganas de toser-Seré yo quien vaya a parlamentar.

-No podéis estar hablando en serio-dijo Galdric-Apenas podéis recorrer el espacio que separa vuestras estancias de esta sala sin que os falte el aliento, mucho menos montar a caballo o presentaros ante el enemigo.

-Estoy de acuerdo-añadió Biorn-Majestad, solo lograreis lastimaros.

-Preferiría morir antes que exponer a mi hija a esos asesinos-contestó el rey, visiblemente enfadado.

-Drosper no matará a quien acuda a la cita, es más ladino que eso-dijo Mortis.

Todos centraron su atención en el mago, quien se rascaba una ceja lenta y minuciosamente.

-Drosper ha mostrado toda su fuerza militar al instante para sobrecogernos-empezó a decir el goblin-Para intimidarnos. Sin embargo, nos ha brindado la opción de una resolución pacífica para darnos la esperanza de salir airosos de esta situación. El os pedirá que le entreguéis la joya, cosa que no podremos concederle pues sería tirar por la borda el sacrificio de nuestro querido amigo Shuren y el largo viaje que nuestros invitados han realizado para traérnosla ¿Qué creéis que sucederá cuando se la neguéis?

-Que nos matará en el acto-dijo Galdric.

-Todo lo contrario, nos dejará volver a la ciudad para que informemos a nuestras tropas de que las negociaciones han sido un fracaso, lo que destrozará su moral antes incluso de que empiece la batalla.

-¿Entonces estáis sugiriendo que no deberíamos acudir?-preguntó Biorn.

-Eso solo aceleraría los planes de ese mago. El golpe sería mayor al ánimo de nuestros soldados si ven que ni nos molestamos en salvarles mediante la diplomacia. Lo ideal hubiera sido acribillarles con las catapultas mientras salían de los portales, pero nadie se atrevió a levantar un solo dedo contra Drosper.

-¡Entonces da igual lo que hagamos!-bramó Galdric.

-Comprendo lo que dices-dijo de pronto Rafael-Pero también es verdad que, sin quererlo, Drosper nos ha brindado una poderosa ventaja.

Mortis sonrió maliciosamente, como si hubiera estado esperando la participación del viejo espía.

-¿Cómo puede tener alguna ventaja todo esto?-preguntó Fiie.

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