Desperté con una resaca y un dolor de cabeza insoportable.
Aún no podía terminar de procesar lo que había pasado la noche anterior; sus ojos aún seguían clavados en mi cabeza.
El sol que entraba por la ventana quemaba más que lo normal y mis ojos ardieron al encontrarse con su luz.
Pasé mis manos por mi rostro, froté mis ojos y tiré mi cabello hacia atrás, aún seguía duro por el spray que me puse para que el jopo quedara en su lugar.Gemí y puse los ojos en blanco antes de caer hacia adelante al acolchado que cubría mi cama, el frío se coló por mi espalda desnuda y la piel se me erizó al instante.
Estaba tan cansado, odiaba todo esto.
Me levanté de la cama e hice la rutina de todos los días; baño, lavar mis dientes y elegir un traje cualquiera.
Pero negro siempre, porque yo estaba de luto todos los días.
Al abrir la puerta de mi habitación una oleada de aroma a té con leche y tostadas me inundó los sentidos y me hizo sonreír.
No sé que haría si no la tuviera a Polly.Morir de hambre, seguro.
Bajé a la cocina, escalón por escalón, haciendo que mi cabeza diera puntadas al descenderlos.
Saludé con un asentimiento de cabeza a cada persona que se acercaba a mí y desayuné en silencio, no teniendo ganas de hablar con nadie ni que me bombardeen con noticias nuevas. Ya había tenido suficientes.El calor de junio me golpeó el rostro y me arrepentí de no haber salido sin saco, o por lo menos, de haberme puesto una camisa mangas cortas.
En fin, el auto ya me esperaba listo en la entrada, justo al lado de una estatua que esculpió mi madre.
Cerré los ojos mientras respiraba profundo, todos los recuerdos junto a ella bombardeándome, repitiéndome que la culpa era mía.
Todos los días era igual.
—Señor, ¿necesita que lo lleve?—Arthur habló detrás de mi, haciendo que saliera de mi pequeña nube para darme cuenta que aún seguía de pie mirando esa escultura.
—Por favor.
Caminamos en silencio hasta el auto, los asientos de cuero rechinaron cuando me deslicé en ellos.
Me di cuenta que hacía demasiado no me sentaba en la parte de atrás, y quizás de ahora en más sería mi lugar favorito.
—Al bar.—le avisé. Él asintió con la cabeza, mirándome por el espejo retrovisor.
El auto salió de la mansión y se dirigió por las calles hacia mi bar.
Era normal en mí pasar el día en aquel lugar que yo mismo había confeccionado.
Todo después que mis padres murieran, en cada rincón había algo que gritaba que era de ellos y para ellos, y que siempre sería así.
Era mi forma de decirles lo siento, debí haberte protegido.
A mi padre, seguir con su mandato. A mi madre, ser alguien más que la mafia. Que eso no determine mi vida.
El viaje fue en completo silencio. Revisé la hora, las doce del medio día, y todavía me dolía la cabeza. Respiré prunfundo. Sería un largo día.
Cuando llegué al bar, le agradecí a mi chofer por haberme traído y di claras órdenes para que Charlotte no saliera de la casa, ni para comprar, si necesitaba algo que le pidiera a Polly o alguna de las mucamas. Arthur asintió y desapareció entre las calles de Doncaster.
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Peaky Blinders. [L.S] ✔
FanfictionLouis es el líder de la banda de narcotraficantes más buscada de Inglaterra. Harry es un policía encargado de enamorar a Louis y hacerlo caer en su trampa. [M.Preg] No acepto adaptaciones. #10 en Lovestory 31/07/21 #01 en louisyharry 21/08/21 #16 e...