22. deja de chillar.

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Amelie apenas se despertó esa mañana sintió el frío en su cuerpo, y también los cólicos. Si algo odiaba de la menstruación era que siempre le llegará con muchos dolores, siempre era dolor de cabeza, náuseas e incluso a veces llegaba a sentir punzadas en su útero que la hacían no poder levantarse.

Tomo un respiro profundo decidiendo que lo mejor era un baño de agua caliente. Cuando se metió bajo el agua lloriqueo, porque solo quería quedarse en la cama sin hacer absolutamente nada. Su humor, aunque no lo quisiera, estaba muy cambiado. Era de esos días en los que quería mimos y a la vez odiando a todo el mundo.

Salió de la ducha y seco su cabello para abrigarse lo más posible, porque estaba temblando. Llegó al comedor con lentitud, y cuando por fin vio a Draco fue hasta él para acurrucarse a su lado, junto a su brazo.

—¿Que te paso?— cuestionó con una risa. Al mirar su cara lo decifro de inmediato y no demoro en prepararle un té en completo silencio. Habían ocasiones en las que le servía café, pero luego de un tiempo descubrió que lo bebía porque él lo preparo, porque Amelie odiaba el café.— te vas a sentir mejor, ten.

—gracias.— Pansy y Blaise lo notaron de inmediato, ya que tdoos sabían cómo se comportaba en estos días del mes.

—estas pálida, no deberías ir a clase en ese estado.— soltó Tom con disgusto. Amelie no respondió, pero cerró los ojos fastidiada cuando sintió una voz chillona acercarse. Draco le hizo una seña a Mattheo para que hiciera que se fuera.

—¡Mattheo, ayer me dejaste sola!— reclamo.— ¡Ni siquiera me dijiste que este era el comedor! ¡Pude haber muerto de hambre!— Amelie se contenía, pero ya estaba irritada.

—ya.— Mattheo la ignoro.— ¿Esperas que me sienta mal?

—¡Mattheo, no puedes tratarme así!... Oh, hola chicos, ¡Uy! ¿Que te paso? ¿Te atropellaron o que? Si quieres te presto maquilla-

—carajo.— Amelie soltó sus cubiertos haciendo que algunos se sobresaltaran por el sonido de los metales en el plato.— ¿Te sabes callar un momento? No paras nunca de chillar. Controla tu puto volumen.— suspiro apartando la mirada y encontrando la de un chico más allá.— ¡Y tú no me mires!

Pansy contuvo una risa a la vez que Blaise abrió los ojos. Mattheo sonrió sin quitarle la mirada y cuando Camila lo noto se molesto.

—¿Crees que me harás callar?— Amelie la ignoro con un bufido.— ¿Sabes? Entiendo que en tu mansión todo el mundo te consienta, princesita.

—oye, basta.— ordenó Mattheo.

—¿Por qué? No le pienso hacer caso a esta. Se está ganando una pelea en la que perderá.

—mira, se que estás resentida por mi mansión. Si quieres le digo a mi papá que te adopte para que te dejes de lamentar.— Camila tomo un color rojo de irá, mirando y buscando a alguien que la defendiera.— ahora, ¿Me estas invitando a pelear? Ya sabes, tengo manos de princesa y... Digo, no me las puedo ensuciar con tu... Sangre.

—¿Me estás llamando sangre sucia?

—no te he llamado de ninguna manera, ahora en serio, deja de chillar.— Camila se sentó indignada y en silencio. Amelie se tranquilizó y se acostó en el hombro de Draco nuevamente.

—por fin, paz.— Blaise se ganó una mala mirada de Camila, la cual no me hizo ni cosquillas.— Mattheo, ¿Me hiciste ganar o perder galeones?

—ganar.— respondió con una sonrisa.

—¡Bien!— Pansy celebró chocando palmas con Blaise.— nos deben 5 galeones a cada uno eh.— advirtió apuntando a Draco y Tom.

—¿Apuesta de que?— Camila se intentó integrar a la conversación, pero noto como ninguno tenía la intención de relacionarse con ella.

𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora