67. el viaje.

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—ni siquiera me puedes escuchar.— la miró dolido.— ¿Es en serio? ¿No me he esforzado lo suficiente en hacerte ver que eres la única para que te enojes por una moto insignificante para mí? Siento que... Que en nada logro complacerte, Amelie Malfoy.— se volteo dando unos pasos hasta el ventanal quedando en silencio varios segundos. Los celos por fin se esfumaron ligeramente dejándola ver el error que había cometido.

Sabía que los celos era algo normal, pero debía mandarlos de mejor manera. Él estaba con mucho peso en los hombros por todo lo que pasaba, no quería cargarlo con más. Quería explicarle que solo estaba así por el estrés del encierro, el como no podía salir ni ver a los que quería cuando ella quisiera, pero le daba miedo romper aquel silencio tenso, más después de aquel tono tan angustiante.

—eso es, Amelie. No sé que más quieres de mi... Creí que ibas a encontrar que era nada a comparación del amor que siento por ti. Es... Decepcionante, el creer que habíamos avanzado, y vuelves al pasado y sacar cosas que hice antes de ti.

Ella se levantó sin aguantar el escuchar que sorbeteo la nariz y lo abrazo por la espalda.

Tenía razón, tenía razón y todo era perfecto. Él era perfecto con ella y todos los detalles la hacían saber que la amaba. No quería que creyera que ponía en duda su amor solo por una reacción errónea gracias a los celos. Amaba que Mattheo hubiera pensado en cada detalle que le gustaba para agregarlo a la habitación.

—perdón, lo siento...— susurró con lágrimas en los ojos.— es solo que... Me dieron celos y estoy muy estresada, no lo pude controlar.— él intento voltear, pero ella no podía verlo a los ojos por la vergüenza, solo se escondía en su espalda.— perdón, soy mala. No quise hacerte sentir así, así de mal y... Me conformo, me conformo solo contigo y no necesito esto o... O una moto... O un bolso o algo, solo a ti. Pensé nada más con celos y eso me cego y ahora estoy... Avergonzada y lo lamento, no me di cuenta y yo lo siento mucho.

—hey.— exclamó para deshacerse del abrazo apretado y voltear a mirarla. Tomó sus hombros y miro sus ojos apenados.— amor, más lento... Respira un poco.

—es que... E-es que me da pena.— confesó limpiando sus lágrimas.— porque siento que otra chica si lo hubiera agradecido bien y yo no lo hice...

—¿Otra? ¿A mí qué me importa cómo hubiera reaccionado otra, Amelie?

—porque... Hay mejores que yo, y podrías pensarlo.

—¿Mejores que tú?— cuestionó incrédulo. Siempre la había visto sin una sola inseguridad, muy firme.

—alguien sin mis traumas, que no te regañe y si le das un regalo sepa apreciarlo y también tus hermosos detalles. No sé por qué soy así.

—no me importan tus traumas mientras los superes a mi lado. Has apreciado muchas cosas de mi, cosas que nadie había hecho y aún así... No hay otra mejor que tú, amor. Sé que es difícil lo que hice en un pasado.

—te conocí con él, y lo acepto... Te amo.

—¿Si?

—si, y no me importa nada de esas chicas, porque yo tengo algo mejor de lo que les dejaste.

—¿Qué es?— Amelie lo abrazo dejando su cabeza sobre su pecho.

—a ti.

—wow... Pensé que hablabas del anillo.— jugó acariciando su espalda.

—no, tú vales más que cualquier cosa material. Me encantas tú y solo tú.— se separó para encontrar sus labios y el suspiro de alivio ante superar otra pelea, no le gustaban.

—te ves tan linda con su anillo... Jamás entenderé mi suerte de conocerte.

—suerte la mía. Eres tan tierno, siempre me das amor y yo... A veces no sé si doy lo mismo.

𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora