𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

9. durmiendo juntos.

La pijamada término por fin. Era de madrugada y ya todos se querían ir a dormir.

—Draco... ¿Me puedo quedar?— Draco abrió los ojos ante la pregunta de su hermana.

—Amelie... Me quedaré con Astoria y no creo que quieras estar acá.— ella abrió los ojos.— ¡Porque vamos a conversar! Que mal pensada.

—bueno, esta bien.

Vio a tom y Daphne salir juntos a escondidas probablemente para ir a aprovechar la habitación vacía de la rubia. Tomo su bolso con sus cosas y alguien se las quito.

—me podrás caer mal, pero no te dejare ir sola por los pasillos Malfoy.— susurró Mattheo en su oído.

—¿Me irás a dejar a mi habitación?— pregunto sin creerlo pero el asintió caminando a su lado.— no te entiendo, a veces eres... Hiriente, luego vienes y me besas, luego me ignoras y me reclamas; me dices que soy tuya y ahora que te caigo mal... Eres un acertijo sin resolver, Mattheo.

—¿Te gustan los acertijos?— la miró hacia el lado sonriendo.

—a veces.— el se limitó a solo pasar su lengua por dentro de su mejilla.— aunque tú... Tú eres más que un acertijo.

—¿Es un cumplido?

—no, es la realidad, no te comprendo, porque conociendote...— pararon justo frente a la habitación de ella.— solo soy un juego para ti, aún así es raro... Dices que te caigo mal y me besas y no sé si es por un juego o que pero no comprend-

Mattheo la volvió a apegar a el para besarla como tenía ganas. Su boca era feroz y rápida intentando tomarla y marcarla como suya, y es que ella no ayudaba a controlarse cuando le respondía el beso de esa forma tan exquisita. La mano del soltó el bolso para ir a su nuca y dejar la otra en su cintura. Era adictiva.

—te beso porque me gusta hacerlo, y te besarme las veces que haga falta para sacarme estás putas ganas que te traigo.— susurró aún rozando sus labios y volver a juntarlos. Quiso ir más allá sin poder contenerse, es que ella era tan delicada y elegante hasta para lidiar con su rudeza que lo volvía loco. Su mano fue a su muslo y lo alzó dejándolo al costado de su pelvis, amo cuando ella apoyo su mano en su mandíbula para seguirle el beso y empujó sus caderas contra ella robándole un jadeo que solo lo hizo desear más.

Amelie no entendía como sus manos producían tanto efecto en ella, disfrutaba demasiado el contacto de estas con su cuerpo. Con Adrian y muchos de los anteriores chicos con los que salía tenían que pasar minutos y minutos besándose para recién sentir algo de calentura y tenían que hacer varios juegos previos, pero con Mattheo... Solo un beso la hacia mojarse y querer ir más allá aunque fuera repentino.

El chico no perdió tiempo y subió su otro muslo, ella gimió y lo abrazo con más fuerza para no caer.

—¡Hey niños! ¿Que hacen? Indecentes.— grito haciendo que Amelie se bajará de Mattheo asustada al escuchar al cuadro. Abrió los ojos y no separó los brazos del pecho del haciéndolo sonreír.— ¡Vayan a sus cuartos en este mismo instante!

—en realidad este es mi cuarto. Contraseña: prefecta Salazar.— el cuadro negó.

—¡A mi no me engañas! Estas muy equivocada o equivocado si crees que te dejare pasar, porque la señorita Malfoy me ha dejado bien claro que nadie, absolutamente nadie, puede pasar.— recalcó.

—pero yo soy Amelie Malfoy.— bufo molesta pero aún así el cuadro negó.

—la señorita Amelie no haría eso, y si ella me dijo eso es por algo, lo más probable es que ella supiera que alguien vendría a su cuarto quizás a que, así que no. Vete tú y... Tu noviecito.