𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

63. advertencia catastrófica.

—toma asiento, querida.— invito Voldemort, aunque era una clara orden. Le dió una mirada a Nagini quien se retiró siseando. Amelie se arrepintió de no haber traído el control del vibrador para pedir ayuda del miedo que sentía en ese momento.— ¿Tienes miedo?

—más preocupación, si le soy sincera. Tengo un mal presentimiento.

—bueno, seré sincero y te diré que es un tema delicado que te debe preocupar. Tu papel en la guerra no será de pelea, irás atrás junto a los chicos, ya que es a por los primeros que irán. Aunque ahora descubrieron algo mejor...

—¿Algo mejor? ¿Cómo qué?

—algo que si nos quitarán sería terrible... Que si mis hijos y aliados no lo tuvieran, dolería, en especial a Mattheo. Nuestra mejor arma y a la vez debilidad... ¿Qué se te ocurre qué sea?

Y aunque sabía, quería cegarse y negarse a toda costa.

—n-no lo sé...

—tú, Amelie. Eres una de nuestras mejores armas y una de las menos manipulables. Tienes inteligencia y madurez, y a la vez tienes el mayor valor sentimental al estar ligada a muchos buenos guerreros de mi ejército. Ahora, sabiendo esto... ¿Por quién crees que irán en primera instancia?

—por... Mi.— descubrió aterrada.

—si, irán por ti incluso antes de la guerra. La guerra será en dos meses y tengo que protegerte más que nunca y asegurarme que no eres manipulable.

—claro que no. Jamás le fallaría a usted, señor, menos a quien será mi esposo.

—lo sé, pero debes prepararte. Ya no puedes llegar y salir a cualquier lugar, ni de compras, ni cosas que hacías habitualmente. Te buscarán hasta por debajo de las piedras desde ya. No es una advertencia, así que debo protegerte y tú debes pelear en caso de que ninguno de nosotros podamos cuidarte.

—esta bien, solo estaré acá con Mattheo y... ¿Ni siquiera al callejón puedo ir?

—no lo creo querida. Mattheo y Tom irán a investigar, tú no. Aprovechen el tiempo juntos, querida.

—ganaremos, ¿Cierto?

—si haces lo que te dije, si. Puedes contarle a Mattheo si quieres o lo mantendremos en secreto. Adiós, querida.— la despidió de su oficina, pero ella tenía los ojos grandes y clavados en la mesa del escritorio shocekada por la información.

—adiós.— reaccionó algo aturdida. Se levantó del lugar y salio asustada, porque sabía que Voldemort no era alguien que exageraba, así que sabía que en serio la estaban buscando quizás con qué motivo.

Subió las escaleras aún sin dimensionar lo conversado con su suegro. ¿Cómo se supone que le diría a Mattheo y cuál sería su reacción? Ambos sabían que no era una simple advertencia, era para que se cuidaran de que ella no fuera retenida. Lo que más tenía en realidad era pasar lo mismo que la madre de Mattheo, ser inocente y sufrir toda la descarga de ellos.

No podía dejar a Mattheo con esa carga una segunda vez, y es que tampoco quería ser arrebatada de su lado.

Entro a la habitación aún afectada, y él claramente lo notó al segundo por estarla esperando sentado en la cama mirando fijamente la puerta.

—amor, ¿Estás bien?— se levantó alarmado. Ella cerró la puerta acercándose a él soltando por fin un sollozo contenido que había tenido desde que salió de la oficina de Voldemort.— Amelie...— se acercó para tomarla entre sus brazos y sostenerla al ver que se estaba casi desvaneciendo. — bonita, ay... Debería haber ido, lo siento tanto. ¿Ocurrió algo malo?