𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

14. no te entiendo.

Mattheo bufo cuando ella lo llevo a pasos ligeros para dejarlo sobre la pared.

—vamos Mattheo, ¿En serio crees que no me gustas?— lo vio asentir y tomo el libro que él sostenía para dejarlo en cualquier otro lugar. Tono las manos de Mattheo para dejarlas en su cintura con su mirada coqueta fija en él.

—¿Y que vas a hacer? ¡Oh, ya se! Vas a provocarme para luego repetir que eres un juego e irte, ¿No?— Amelie mordió su labio con una gran sonrisa y negó mientras sus manos fueron de su pecho hasta atrás de su cuello.

—quiero tocarte.— confesó antes de besarlo como si no lo hubiera visto en mucho tiempo y lo necesitará, y así era, no necesitaba mucho. Sus manos subieron de su cuello a los lados de su rostro para profundizar el beso. Mattheo la apretó contra él pensando si realmente se refería a ahí y ahora.

Amelie apretaba su cuerpo contra Mattheo y amo sentir cuando bajo las manos de su cintura a su trasero para apretarlo entre sus grandes manos. El beso seguía y era candente, más aún el apetito sexual que crecía en ellos cada vez más. Amelie mordió su labio para introducir su lengua en su cavidad bucal y comenzar una guerra de lenguas. Mattheo se sorprendió y tenso al sentir las manos de ella bajar a su pantalón.

—estamos en una biblioteca.— murmuró. Ella se puso de rodillas frente a él.

—¿Miedo, Riddle?— él negó.— ¿Quieres que pare?— Mattheo sonrió agarrando su cabellos para acercarla más a su intimidad. Sintió su aliento golpear su miembro vestido. Amelie dejó susu pantalón arriba y al estar abierto dejaba acceso a toda su parte delantera. Miró fijamente a sus ojos mientras bajaba su ropa interior. No mentía al decir que tenía una gran erección.

—me importa una mierda si te asustaste, fierecilla. La comerás completa.— la acercó más. Amelie tomo su erección con sus dos manos y comenzó a acariciar lentamente, procuraba ser suave y dimensionar bien su tamaño. Mattheo dejó caer su cabeza hacia atrás y un gemido de alivio salió de sus labios.

Que deliciosas se sentían sus manos en él.

Simplemente era muy distinta a todas. Amelie Malfoy lograba darle más placer que muchas tan solo con sus finas y calidas manos. La miró con atención al verla besar su glande sensible, más le gustaba el como su lengua conjugan los movimientos en una perfecta armonía. Se sentía muy caliente y húmeda la sensación, sus manos seguían en él y no podía dejar de gemir por tanto placer así que mordió su labio para no ser encontrados.

Amelie comenzó a adentrarse más y más en su miembro con ligera dificultad y apegando muy bien su lengua a su pene. Mantenía la lentitud y sensualidad haciendo que Mattheo se sintiera hipnotizado y no pudiera sacarle los ojos de encima. Cuando ella también lo miró hacia arriba él le dedicó una sonrisa bajando sus manos a arreglar su cabello peinandolo y así comenzar a guiar sus movimientos en una coleta.

—que bien lo haces...— suspiro apoyando su cuerpo en los estantes. Sus manos la guiaron más rápido amando lo caliente de su boca, y más cuando su garganta se apretaba en su punta.

Amelie sentía mucha adrenalina por la posibilidad de ser encontrados, pero dejó de importarle cuando se dejó llevar por la calentura. Sus manos se afirmaron del estante tras él para balancearse con más fuerza con movimientos bruscos y agresivos que a los dos les gustaba. La respiración de los dos era un caos.

Ella comenzó a practicarle garganta profunda y esto basto para que Mattheo tensara su cuerpo llevándola más hacia él para correrse por fin dentro de su boca. Esto lo hizo relajarse y dio un gran respiro jadeando para tomar su mandíbula haciendo que lo mirará.

—traga.— la levantó y la apego a él notando como obedeció. Cuando se escucho ruido Amelie subió su boxer rápido al igual que su pantalón sintiendo a alguien acercarse.