𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

57. no me dejes.

Mattheo la siguió y Amelie tambaleó hasta que se tiró a la cama. Al parecer el levantarse de golpe lo hizo tomar consciencia de que no era que estuviera sumergido en sus pensamientos, si no que estaba ahogado en alcohol. Aún así le ayudo a quitar sus tacones y fue hasta su armario por una pijama.

—¡No... Me toques!— soltó borracha, apunto de dormirse.

—solo te quiero poner pijama, vamos.— la ayudo a quitar sus prendas para ponerle la ropa de dormir.— vas a dormir calentita.

—no, dormiré así. Déjame.— corrió sus pies y Mattheo rio sentándose para acariciar su rostro.— déjame.

—no.

—estoy molesta contigo.— Mattheo tomó su mano. Estaba aún más sensible que al almuerzo.

—dijiste que no te importaba mi pasado...

—y no me importa.— le dieron ganas de llorar mientras llevaba las manos a su rostro.— es solo que... Me da pena. Es que lo dices tan normal... ¡Oh sí, me acosté con muchas chicas!— trago mientras sorbeteaba su nariz.— ni un respeto por tener a tu prometida enfrente... ¿Qué te costaba beberte el shot?

—¿Por qué no me dijiste que te avergonzaba para beberlo?

—¡No es vergüenza! Es dolor...

—y lo lamento. Estaba algo bebedor... ¿Bebido? Y... No lo pensé.— se recostó quitando sus zapatos y la abrazo acomodándose.— ¿Qué te da pena exactamente?

—¡No lo sé! ¿Si? Solo... Solo déjame.— pidió nuevamente dándole la espalda, pero este rechazo no impidió que comenzara a hacerle cariño en esta con una sonrisa.

—ay nena... ¿Tú con cuántas personas estuviste antes de mi?— Amelie se volteo limpiando su nariz con la furia duplicada.

—¿Por qué quieres saber eso? ¿Uh? Tú hasta mentiste con tu cifra al no recordarla y de todas maneras estoy segura que me ganas por el triple... Del triple... Por el doble.

—¡Ya basta de decirme eso, Amelie! ¿No ves que me duele esto también? ¡Nada! Es exactamente lo que puedo hacer por mi pasado... Nada. No lo puedo cambiar y hasta yo he deseado hacerlo, pero no se puede.

—nadie te ha pedido eso.— bufó comenzando a quitar sus aretes, collar y pulseras.— solo me dolió, ¿Si? Estaba enfrente y están todos los que estarán en nuestra boda... Tal vez. ¿Y sabes qué? Al menos yo bebi un shot para que no te enterarás de algo frente a todos, porque duele, y mucho.— finalizó quitando el anillo.

Mattheo sintió su aire irse. Al parecer la amenaza de que su anillo resbalaria por su dedo era verdad y al solo imaginar que lo dejaría las lágrimas se hicieron presentes.

—no...— abrazo su abdomen sollozando sin nada de aire.— no por favor, no me dejes, Amelie. Es algo que no puedo cambiar... Te juro que si pudiera lo había, y no volveré a mencionar jamás mi pasado. Prometo que-

—¿Qué? ¿Qué te ocurre?— preguntó extrañada y algo perezosa. Dejo el anillo en su joyero y rio.— ¿Quien dijo que iba a dejarte?

—¡Es que no sé que más prometerte! Te amo tanto tanto que no quiero que me dejes porque no voy a soportarlo.— Amelie volvió a reír y él se levantó a verla con la mirada llena de lágrimas.— ¡No te rías de mi! No te rías de que estás rompiendo mi corazón, desgarrando, eso estás haciendo.

—ay Mattheo, si que te afectó el alcohol. Solo deje mi anillo en el joyero... Ahora, déjame dormir.— él se estiró de forma rápida para comprobarlo y sonrió limpiando su nariz para volver a abrazarla con fuerza y acomodar su nariz en su cuello dando besos pequeños.