𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

42. Buenos y malos.

Amelie estaba en un profundo sueño, sin embargo comenzó a sentir unas suaves y cariñosas caricias en su espalda. Se le escapó una boba sonrisa al saber de quién eran.

—buenos días.— se dió la vuelta para abrazar al chico, y lo apretujo en su pecho. Mattheo cerró los ojos, disfrutando en el alma el calor de su novia.— ¿Cómo amaneciste?

—muy bien... Porque estoy contigo.— dijo, subiéndose a ella para descansar en su pecho.

—ah, mira tú...— acaricio sus rizos.— ¿Y qué quieres hacer?

—quiero quedarme todo el día acá, contigo.

—pues quédate todo el día acá conmigo.— beso su frente y cerró los ojos.

Y así disfrutaron su último día libre de clases, en medio de besos y caricias. Los elfos les llevaron comidas y alistaron sus maletas para el día siguiente. Los dos se levantaron algo perezosos y se bañaron. Al llegar a Hogwarts Amelie sintió de inmediato una pereza inexplicable y una vibra de que todos los que no eran de su grupo los querrían asesinar. Guardaron sus cosas y Mattheo se alistó en la habitación de Amelie.

—¿Estás lista para volver a clases, linda?— preguntó Mattheo arreglando su corbata. Él solo gesto de Amelie le hizo saber que no cuando arrugó su nariz. Se acercó a tomar su mano y la beso con una sonrisa.— ahora volvemos como novios oficiales.

—eso me encanta.— sonrió para suspirar.— vamos.— los dos salieron de la habitación y caminaron por los pasillos hasta llegar finalmente al gran comedor.

Todos voltearon a verlos, y abrieron los ojos.

Y es que ver al "don mujeriego quiero a todas" con la "inalcanzable, perfecta e inteligente" era muy... Extraño. Muchos creían que no durarían ni una semana, sin embargo no sabían que ya llevaban cuatro meses saliendo oficialmente, y unos meses más de coqueteo.

—¡Ahí vienen! ¡Mi pareja favorita!— gritó Tom con burla, al verlos de la mano.— ¿Así que ya decidieron hacerlo oficial?

—¡Si, es oficial!— afirmó Mattheo levantando sus manos entrelazadas. Amelie sonrió, ya que se oía lindo el que él dijera esto con tanta emoción.

—bueno, es muy chistoso ver la variedad de reacciones.— dijo Pansy, mientras comía. Draco solo le dió una sonrisa sincera a la pareja, ya que estaba muy feliz por ellos.

—¡Hey! Tengo que hablar contigo.— soltó una voz más que decidida tras ella. Cuando Amelie se dió vuelta notó que era Hermione Granger quien le estaba hablando. Estaba demasiado sorprendida, más por el tono en el que se atrevió a hablarle.

—¿Disculpa?— cuestiono de mala gana por el tono que ocupo la castaña. Soltó a Mattheo, quien frunció el ceño.— ¿Hay algún problema?

—n-no... Bueno, ¡Si! Pero es privado.— miró a los demás y bajo la mirada. Se sentía juzgada, sobre todo por ese sector.

—maldita sangre sucia.— gruñó Tom, con intenciones de levantarse, sin embargo Daphne lo detuvo.

—esta bien, vamos.— Amelie comenzó a caminar, mientras Hermione la seguía. Las dos caminaban sin destino alguno.— ¿Y bien?

—me di cuenta que estás vendiendo trabajos hechos a los estudiantes, y eres prefecta, Amelie. No puedes hacer eso.— explico con rabia. Amelie rodó los ojos.

—no lo he hecho. ¿Algo más?

—yo te he visto, Amelie. Le pasaste a Ron y Harry, y Ginny también vio como le diste un trabajo terminado a Dean. No creemos que-

—espera.— se detuvo para mirarla incrédula.— ¿En serio hiciste esto por los chicos? Esto no es por los trabajos... Y, escucha. Mis problemas no te incumben para nada. No voy a permitir que vayas a hablarme de esa manera a mi mesa por tus celos de niña, al igual que Ginny. Maduren, por favor.