Pequeño Ángel

La presentación del angel

Ver a su novio desnudo es algo que a Jimin siempre le causará deseo y adoración. Yoongi sin dudas es perfecto su blanca piel, sus brazos grandes y duros, sus muslos delgados pero bien torneados, su cabello sedoso enmarcando su encantador y varonil rostro. Sin dudas la perfección en una persona. Y es todo suyo, es lo único que puede pensar. Sonríe ampliamente cuando el otro le regala una tierna sonrisa.

-¿Pasa algo?- pregunta acercándose a él y dándole un tierno beso de buenos días.

-Pensaba- responde dejándose llevar por el casto beso y el embriagador perfume de su amado.

-¿Y se puede saber en qué?- indaga curioso y sonriente.
-En lo afortunado que soy de que seas solo mío papi- gime despacito viendo como su novio se tensa por completo ante su coqueteo.

-Adoro que seas un coqueto angel- dice mientras se acomoda entre las piernas de su pequeño y comienza a rozar sus cuerpos sin ninguna clase de pudor.

-Estoy sucio y tu debes ir a trabajar- jadeó en sus labios al sentir el pene de su novio comenzar a rozar su sensible y excitada entrada.

-Nada de eso me importa si te tengo desnudo frente a mi- exclamó enterrándose sin pausa dentro de su novio.

-Ahh, sii oh, sii amor- los sonidos de Jimin son embriagantes para él y sin pensar demasiado comienza un vaivén despiadado sobre el otro.

Las embestidas son duras y sin piedad, Yoongi siente su cuerpo desarmarse cuando Jimin recibe todo lo que él quiere y puede darle. El ritmo despiadado continúa sin importar nada ambos perdidos en el cuerpo del otro, ambos perdidos en su eterno y enorme amor. Cuando Yoongi siente que su cuerpo desea al fin explotar acaricia locamente el pene de su novio llevándolo al éxtasis total. Ambos jadeantes por el intenso orgasmo que sus cuerpos entregan sin medida.
Yoongi besa dulcemente los labios de su precioso angel.
-Iré a trabajar sino no me iré de esta habitación- comentó sonriente mientras Jimin sonríe a la par.

-Te amo papi- exclamó levantándose para ir a bañarse.

-Te amo angel- respondió mientras comenzaba a vestirse para irse.

Jimin sonreía enamorado mientras frotaba su cuerpo con el jabón que tanto le gustaba.
Se sentó en la gran bañera que compartía con su novio y comenzó a recordar aquellos días en que había llegado a esa casa y cómo había descubierto lo que Min Yoongi era.

Cinco años antes

El viaje a Seul fue tranquilo, Jimin se acomodaba cerquita de su adorado novio y este acariciaba todo lo que podía de él.
Al llegar al aeropuerto un par de autos los esperaban. A Jimin le llamó la atención, no eran autos comunes de eso estaba seguro, pero no dijo nada, pensó en que Yoongi es un hombre importante y su seguridad es esencial.
Viajaron más de media hora. Jimin miraba maravillado por la ventana, jamás había viajado a Seul y todo era nuevo y excitante para él.
Entraron a un camino alejado, con árboles que lindaban el asfalto, no se veían muchas construcciones y cuando parecía que el camino se terminaba un imponente paredón con unas grandes rejas se dejaron ver, estas se abrieron automáticamente y el auto siguió su camino. Frente a él se erguía una enorme, mejor dicho gigantesca casa, una fuente adornaba la entrada, el jardín verde y rebosante de plantas le daba la bienvenida, del lado izquierdo se veía una arboleda y un lago artificial llena de patos, aves y demás animales. Jimin abría sus ojos atónito, todo le parecía demasiado y pensó en que quizás no debería estar allí.

-Bienvenido a casa angel- la voz grave de Yoongi lo hizo salir de sus pensamientos.

Vio como el auto estacionaba frente a unas grandes puertas dobles de madera. Un grupo de personas estaban paradas al frente, todos con uniformes iguales, como si fuera la escuela, pensó Jimin.