Pequeño Ángel

Entrenando al angel, parte 2

Jimin saltó en su silla al escuchar el disparo. Se puso de pie y miró los movimientos de Jungkook.
Este sacó un arma de su cintura y caminó hasta la puerta, apoyó su oído e intentó escuchar algo.
Todo estaba en silencio y eso tenía a Jungkook muy preocupado.
-Jimin no te muevas de aquí, iré a ver que todo este en orden, pero por favor no te muevas de aquí- exclamó exaltado.

Cuando Jungkook al fin abrió la puerta Jimin se apresuró y salió corriendo bajando las escaleras sin perder tiempo. Jungkook corría detrás de él cubriéndolo con su arma y gritándole para que volviera. Pero Jimin no se detuvo y sin ningún temor o con todo el temor junto, entró a la oficina donde se llevaba a cabo la reunión.

Allí estaba, su novio apuntaba con un arma negra hacia los tipos que estaban sentados. Frente a él, el cuerpo inerte de aquel horrible hombre que no le había caído para nada bien yacía con sangre corriendo por su rostro.

Jimin abrió sus ojos de par en par y Yoongi se quedó petrificado, temor era lo único que sentía en ese momento, su pequeño angel estaba allí viendo la parte oscura de su vida.
Se acercó lentamente a él, intentando no asustarlo, sin quitar la vista de él estiró su mano.
-¿Angel?- preguntó temeroso.

Jimin lo miró y un brillo profundo inundó sus ojos, sonrió ampliamente y se acercó a su novio, se puso en puntas de pie y besó su frente. Yoongi seguía la secuencia totalmente asombrado.

Los hombres comenzaron a levantarse de sus lugares. Algunos hablaban de los negocios que habían logrado iniciar, de cómo llevarían los cargamentos de droga a distintos puntos del país y de cuando sería el mejor momento de sacar los cargamentos a diversos países
Todo como si aquello no hubiera sucedido o como si a ninguno le importara realmente.

Yoongi abrazó a Jimin de manera desesperada, intentando entender su reacción.

-Ese tipo quería hacerme daño, lo supe cuando estuvimos en su fiesta, supongo que ya no tendré que preocuparme- dijo mirando a su novio con ternura y devoción.

Yoongi suspiró, tenía muchas cosas que hablar con su pequeño.
Lo tomó de la cintura, miró a Namjoon y habló.
-Encargate de esto-

-Si jefe- respondió e hizo una seña a dos de los tipos que estaban en la ventana preparados para atacar.

Jungkook bufó molesto, Yoongi lo miró y le dio un golpe en la nuca.
-Te dije que no lo perdieras de vista- gruñó a su joven guardaespaldas.

-Es muy escurridizo- dijo sobandose por el golpe.

Jimin arrastró a su novio hasta la habitación que compartían. Antes de que Yoongi abriera la boca para hablar Jimin saltó sobre él, devorándole la boca de forma posesiva y lujuriosa.
Algo en él se había encendido, algo que sintió profundamente en todo su cuerpo. La adrenalina lo recorrió por completo y sin pensarlo demasiado lo arrastró a la cama, le quitó la ropa sin dejar de besarlo, de chuparlo, de lamerlo, quitó su propia ropa y cuando ambos estaban totalmente desnudos Jimin se arrodilló frente a su novio, comenzó a lamer y chupar el miembro erguido y deseoso de su hombre.
Su lengua recorría sin pudor el pene de su amante, dejando un rastro de saliva sobre toda la extensión.
Sin dejar que el otro se recomponga engulló todo su miembro sintiendo como tocaba su garganta, así y todo no se detuvo. Yoongi lo sostenía de su cabello, intentando detener el ritmo, su orgasmo estaba al punto máximo y el realmente quería disfrutar de la excelente mamada que su tierno angel le regalaba.
-Amor- jadeo desesperado.

Jimin lo empujó levemente y lo hizo sentarse en la cama, sin dejar de mirarlo se sentó sobre él poniendo sus rodillas a cada lado de sus muslos y con su mano guió el pene de su novio a su entrada, poco a poco comenzó a autopenetrarse, llenándose lentamente y sintiendo como ambos se convertían en uno.
Asaltó nuevamente los labios de su excitante novio y comenzó a saltar desesperado, montandolo de manera demandante y lujuriosa.

Yoongi se sentía en el limbo, nunca imaginó que su tierno y dulce novio pudiese transformarse en un demonio lujurioso y eso le estaba encantando.
El movimiento se hizo aún más rápido, las manos de Yoongi ayudaban a su pequeño a saltar sobre su miembro, cuando el orgasmo se apoderó del cuerpo de Jimin este gritó aturdido y se sintió mareado por unos minutos mientras Yoongi expulsaba su blanquecino semen dentro de su adorado pequeño.

-Dios, te amo tanto- gimió Jimin sobre los labios del otro.

-Te amo angel- replicó Yoongi.

-Quiero más papi- susurro en el oído del otro y Yoongi se perdió entre los brazos de su precioso angel.

-Si, si voy a hacerlo, y es mi última palabra- Un enfurruñado Jimin estaba sentado en el gran sillón cruzado de brazos.

-No, he dicho que no, no es necesario, soy yo quien debe cuidar de ti, soy yo quien debe ocuparse de tu bienestar- Yoongi miraba sonriente a su adorable y enojado novio.

-No tienes que cuidarme, no soy una tierna doncella, soy un hombre y quiero aprender a defenderme y sobre todo estar a la altura de las circunstancias, quiero ser tu compañero no tu carga- gimió bajito y haciendo un puchero, sabiendo que Yoongi jamás se resistía a él cuando los hacía.

-Estás jugando sucio, si haces ese puchero sabes que no puedo decirte que no a nada- dijo sonriendo y dejando ver sus perfectas encías.

Jimin sonrió y se subió a horcajadas sobre su novio, ese era el as en la manga, después de la noche donde Jimin lo había montado de manera excitante y lujuriosa, sabía que Yoongi de ninguna manera se resistía cuando se sentaba sobre él.
-Vamos papi, deja que Kookie me enseñe quiero ser suficiente para ti, y poder cuidarte como tu me cuidas a mi- gimió en su oído con voz sumamente sensual.
Yoongi ya estaba duro y deseoso de empalarse con su pequeño.
-Está bien, pequeño caprichoso- dijo y comenzó a lamer su cuello.

Jimin saltó sobre el miembro de su amado novio y sin esperar más Yoongi ya lo llevaba colgando sobre su hombro hasta la habitación de ambos.

-Ok comenzaremos haciendo un precalentamiento, así que vamos a dar un par de vueltas corriendo alrededor de la casa- la orden era de Jungkook y Jimin comenzó a correr sin chistar.
Luego de dar más de diez vueltas, Jungkook hizo que estirara sus piernas hicieron algunos ejercicios de estiramiento y entraron al gimnasio.
Jungkook le mostró algunos golpes sobre la bolsa de boxeo los cuales Jimin repitió bajo la atenta mirada de su entrenador.

-Lo haces bien- halagó Kookie y Jimin sonrió feliz.

Después de varios golpes tanto de brazos como de piernas, ambos subieron a la cinta para tomarse unos minutos corriendo allí.

-Creo que fue suficiente por hoy- comentó Jungkook. -Mañana haremos algo de musculación, así que usaremos pesas, empezaremos con poco peso para ir sumando lentamente- explicó y ambos salieron del gimnasio.

-Me parece bien- respondió Jimin y subió los escalones para llegar a su habitación.

-¿Te encuentras bien?- indagó Yoongi viendo a su sudoroso novio.

-Perfecto, solo iré a bañarme porque estoy asqueroso- bufó y Yoongi sonrío.

Le encantaba que Jimin haya tomado la decisión de entrenarse y aprender defensa personal. Sería muy bueno salir con él sin temor a que si los atacan él deba defenderlo y las cosas puedan ponerse mal. Sin dudas amaba a su pequeño angel.

-¡Papi!- gritó desde el baño y Yoongi sonrió, sabía que su travieso novio quería su compañía y sus mimos.

-Voy angel- respondió y se quitó la ropa para bañarse juntos.