El angel de la muerte.

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Entró al despacho y se encontró con su novio quien hablaba con Namjoon y Jungkook.

-¿Alguna novedad?- preguntó y los tres lo miraron automáticamente.

-¿Dónde estabas?- retrucó Yoongi

-Fui al hangar, sabes que después de un viaje me gusta hacer personalmente el chequeo de los aviones-

Yoongi asintió con su cabeza y estiró su mano para hacer que se sentara en sus piernas.

-Entonces ¿hay alguna novedad?- volvió a preguntar.

-Por ahora solo sabemos que Kan está en Seul, nuestra gente está dispersa por todos los lugares estratégicos buscandolo- informó Nam mirándolo.

-El tipo quiere que sepamos que está cerca, no se está escondiendo, así que no lo busquen bajo las piedras, no lo hayarán alli-

-¿Y entonces? ¿Dónde crees que deberíamos buscar?- indagó Yoongi a su novio.

-En alguno de los clubes de moda, seguro anda detrás de algún culo que coger-

-También lo pensé- comentó Namjoon

-Bien, esta noche desplegaremos varios equipos en diferentes antros, ¿quieres algo en especial?- habló Jungkook y esperó las órdenes de su jefe.

-Que tengas cuidado, no te arriesgues en atraparlo tu solo ni hagas movimientos bruscos. Solo observa y está atento, cualquier cosa que descubras me lo haces saber- enumeró Yoongi mirando a su subordinado.

-Ok, se hará como dices-

Tanto Namjoon como Jungkook se pusieron en marcha, ambos trabajarían con algunos hombres y llevarían adelante lo pedido por su jefe.

Jimin miró a su novio, quien tenía la vista perdida y no había dicho nada más.
-¿Sigues preocupado?-

-Demasiado, este tipo es más inteligente de lo que creí-

-¡O más idiota! ¿A quién se le ocurre venir a la boca del lobo?- exclamó Jimin acomodándose a horcajadas sobre el otro.

Comenzó a besar su cuello, con sus manos recorrió el pecho del otro, besando y lamiendo todo a su paso.
Yoongi solo se dejaba hacer, sus brazos estaban inmóviles a los costados. Luego de unos minutos lo miró totalmente aturdido.
-¿Qué te sucede?-

-Perdón angel, solo estoy muy tenso y preocupado, vamos a nuestra habitación- dijo en su oído para besarlo dulcemente.

-No puedo tengo cosas que hacer- soltó Jimin aireado y se levantó de su lugar.

-Por favor angel, no te enojes-

-Si me enojó Yoongi, jamás has rechazado mis caricias, esto me pone de mal humor-

Se encaminó a la puerta y comenzó a subir las escaleras, las manos de Yoongi lo tomaron de la cintura haciéndolo detener. Apoyó su miembro erguido sobre su apetecible trasero y habló en su oído nuevamente. En esa misma posición bajaron las escaleras y entraron a una habitación diferente.
Yoongi cerró la puerta sin dejar de apretarlo contra su propio cuerpo.
Lo acomodó contra la pared y sin esperar absolutamente nada le quitó la ropa dejándolo totalmente desnudo y expuesto para él.
Lo subió sobre su cuerpo haciendo que las piernas de Jimin rodearan su propia cintura, sin aviso ni juegos previos, sacó su miembro de sus pantalones y lo penetró de manera intensa y bestial. Jimin jadeó derepente y Yoongi comenzó un vaivén frenético rozando lo desquiciado.
Los cuerpos chocaban uno contra otro y ambos sentían su cuerpo explotar. Al cabo de un incalculable tiempo Jimin gritó desesperado dejándose llevar por el intenso orgasmo mientras Yoongi a la vez lo seguía en la misma tarea.

Pequeño Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora